miércoles, 16 de diciembre de 2015

YA SOMOS DOS




YA SOMOS DOS
Leo en un periódico digital...Garzón, el último comunista vivo, y me digo, - coño, ya somos dos. Está claro que no ganaremos las elecciones, pero, cada uno en nuestro estilo, daremos la vara.


De Garzón, Alberto Garzón, me gusta su sinceridad de no querer  disfrazarse de lagarterana transversal, queriendo vender humo, que con esto de la contaminación, también‚ resulta caro, pues a estas alturas el respetable público, sabe que rumia cada uno, por eso es de agradecer que no oculte su ideología, por lo tanto, anteponer las propias convicciones a la conveniencia de arrancar un puñado de votos, merece la pena y es digno de elogio.


Reconozco el valor estratégico‚ de la militancia organizada, y es de agradecer y es positivo que jóvenes preparados y decididos como Garzón no traicionen sus convicciones queriendo mejorar un resultado electoral, que siempre es fruto de un trabajo previo, no solo de defender las reivindicaciones cotidianas, que son las que nos permiten sobrevivir, sino de defender conceptos que son los que traerán el futuro, los que alumbrarán la nueva sociedad, libre de la explotación capitalista, por eso, echo de menos, en esta campaña electoral, el silencio de todos los partidos en un asunto tan vidrioso como es el terrorismo internacional, potenciado desde oficinas siniestras, que a poco que se rasque, descubre que intereses defienden.


Por eso, en esta campaña, encuentro poco valiente el silencio en torno a la muerte de los policías abatidos, y que como no fue ETA, mejor callar, no vaya a ser que se moleste algún poderoso amigo, pero precisamente, lo que puede arrojar luz sobre nuestro próximo futuro es debatir y descubrir que nuestras condiciones cotidianas están, cada vez más, en manos  de los que tiran de los hilos que ora bajan el petróleo, ora suben el precio del dinero, ora bombardean a los palestinos, o invaden Iraq, es decir que cuando las fuerzas productivas se han internacionalizado, igualando a los pueblos a nivel de moneda de cambio, centrarnos en el redil, revela poco alcance, y por eso, reconozco el valor estratégico‚ de la militancia organizada, aunque la ideología, que Garzón asume orgánicamente necesita una actualización, que solo puede venir construyendo la internacional necesaria, y que solo un partido, con sólidos lazos con la lucha obrera podría impulsar iniciando la reflexión del balance necesario. Una tarea que hasta un viejo, como el que suscribe, con un pie entre dos mundos, encuentra ilusionante. Ya veremos como se desarrollan los próximos días, que hasta tienen sonidos bíblicos.



jmrmesas
dieciséis‚ de diciembre de dos mil quince

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