domingo, 11 de noviembre de 2012

FUERZAS PRODUCTIVAS





FUERZAS PRODUCTIVAS

El próximo gran paso en el desarrollo de las fuerzas productivas será, sin ninguna duda, la generalización de una educación de calidad capaz de preparar a las nuevas generaciones, no con un saber funcional y operativo, que ya se hace, sino con la capacidad de preguntarse y preguntar ¿Cuales son los fines?, ¿Para qué?, ¿Por qué?, pues esa enseñanza empezará por establecer las bases de una sociedad dueña de su destino , y no, una sociedad manipulada por los mercados, por los partidos políticos, pendientes del voto, y no de responder a los problemas que la sociedad genera.
El nacionalismo es el peor cáncer social, y no me refiero al nacionalismo catalán, -son nacionalismos residuales defensivos-, sino a los grandes nacionalismos, español, inglés, estadounidense, francés, alemán, ruso, chino, etc., o lo que es igual, los nacionalismos que utilizan el sentimiento nacional para ejercer el dominio, el control y la explotación de los propios nacionales, por eso digo que el nacionalismo es el peor cáncer para la solidaridad internacionalista, porque lo que les ocurre a los otros es irrelevante, como es irrelevante la sangría en Siria, como antes lo fue en Libia o lo es en Afganistán, o antes en Irán, porque lo normal es pensar que no podemos hacer nada, porque escapa de nuestra capacidad de poder, y eso, aparte de un error, no es verdad, porque si tenemos poder, pero no sabemos como hacerlo efectivo porque su efectividad no puede ser improvisada, sino conscientemente definida y estructurada para hacerlo real.
La incontenible pujanza de las fuerzas productivas actuales es la que ha interrelacionado el mercado, la producción, las comunicaciones, las finanzas, el poder de los mercados, el capitalismo financiero internacional, el superimperialismo, y para ellos, el internacionalismo cosmopolita es la fuente de su poder, esa fuerza que garantiza la economía de escala en la economía productiva (la economía de escala, en el terreno de la producción real, es la que fabrica mercancías con valor de uso, para el ciudadano corriente, abaratando la producción de manera inverosímil al estar la producción integrada por un solo fabricante que monopoliza el proceso, razón por la que el precio lo fija el fabricante, y no el mercado, el beneficio, por tanto, es enorme), y asegura el flujo de capitales, en la economía especulativa, (la que negocia con las primas de riesgo, acciones, divisas, futuros, etc.,) y de ese modo, mientras que para las empresas y para el capital financiero, el internacionalismo -internacionalización- es bueno, son buenas las fusioneslas alianzas, etc., en el terreno social, se impone cultivar la división, el enfrentamiento, el nacionalismo más miope y chabacano, siempre, apoyándose en la pequeña burguesía, porque es la primera en notar como se quiebran sus condiciones de vida, mientras que el trabajador, constantemente vapuleado y forzado a vivir duramente, presenta más resistencia a dejarse arrastrar por ese nacionalismo estrecho, y cuando lo hace, es ante el silencio de las organizaciones políticas de izquierdas, que carentes de la necesaria visión de conjunto, se dejan arrastrar al lodazal nacionalista, rebasados por la impotencia.
En la actualidad, el principal lastre de una política, capaz de hacer retroceder al capital financiero internacional es la nula visión de los dirigentes políticos de izquierdas para transmitir a la ciudadanía y a los propios trabajadores ese panorama, en el que los intereses de los poderosos está negociado por esa élite de personajes que se sientan en diversos consejos de administración y que conocen la marcha del mundo y sus finanzas porque han tenido responsabilidades, en muchos casos, políticas, que les ha permitido hacer leyes, o cuando menos, influenciar en la leyes, esas mismas leyes que forman el entramado legal, y que cuando un ciudadano corriente pretende defender sus intereses, se encuentra con una maraña de leyes que convierten su recurso en un bosque impenetrable, en una batalla de años, eso, si tiene medios suficiente como para costearse abogados, pues en caso contrario, sus opciones son prácticamente nulas, como, paladinamente, ha reconocido algún juez, a tenor de el incremento de casos de desahucio.
Esa élite que componen el establisment, esa rueda que da forma al curso vital de estos personajes que periódicamente están en el gobierno, en la empresa privada, en la universidad, es la que reflejan los currículum de, prácticamente, el cien por cien de los personajes que forman los consejos de administracíon, y casi el cien por cien de ellos, llamativamente han pasado, en algún momento de su carrera por los grandes banco, como Golman Sachs, JP Morgan, etc. Es lo que le da, a lo que llamo superimperialismo, la capacidad de dictar la política a los gobiernos, y como ilustración de lo que digo, dejo los enlaces de dos consejos de administración, de dos importantes empresas, financiera la primera, un banco y otra, fabricante europeo de aviones, en ambas, hay un consejero común, el multimillonario indú, de la industria siderúrgica, L. N. Mittal, además, este señor es presidente de la multinacional indú, cuya sede central está en Holanda -Mittal Steel Company- es el mayor productor de acero del mundo, con presencia en 18 países, pero además, en EADS, tiene un puesto en el consejo el que fuera presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y este tipo de relaciones, influencias, PODER, no se puede contestar solo con medidas coyunturales, exige ser contestado con una política de clase, lo cual significa un proyecto de futuro, con objetivos claros, a un plazo medio, y con objetivos claros estratégicos, de acción inmediata, que son los que están esperando la inmensa mayoría para decidir que opciones apoyar, por qué luchar, por qué movilizarse, por eso, los indignados llegados a Madrid desde diversos países europeos, creen que no hay futuro, porque las perspectivas que se pueden percibir dentro del sistema, son tenebrosas, lúgubres, por lo que no es de extrañar, cualquiera que mire lo que está pasando con un mínimo de información, se admire de la mesura con la que la ciudadanía de medio mundo se toma este ataque sin precedentes a las condiciones de vida, arrancadas al capital, tras largas décadas de luchas, y es de este modo como interpreto lo que escribe Manuel Vicent :Pero ni siquiera los movimientos callejeros de revuelta han llegado ser demasiado enérgicos: ni incendiarios, ni incontrolados, ni saboteadores (Rayo Vallecano aparte). Las protestas contra los recortes en Grecia, Portugal, en España o Gran Bretaña, han brotado como fuegos fatuos. Bengalas del malestar, fumarolas de las fuertes heridas sufridas, pero nada equivalentes a quemar a los malditos ("que no nos representan") en la hoguera y a sus instituciones también.
Al cabo se ha llegado a un punto dominical en que los políticos siguen celebrando sus votos, sus langostinos, sus verbenas y nada puede esperarse de gentes que siendo prácticamente las mismas, unas han ganado mayoría y otras incluso las han perdido ya.
¿Entonces? ¿En quién confiar? ¿A qué esperar?

CONOCIMIENTO

Cada vez estoy más convencido de la necesidad de que la izquierda, abandere la lucha por una enseñanza pública, gratuita obligatoria, de gran calidad, como garantía de liberación, evidentemente, no solo política, sino como garantía de poder poner los fundamentos para la liberación personal de los atavismos que lastran las vivencias, impulsos, miedos, que nacen de nuestra comprensión de perecebilidad, comprensión siempre apartada, en la mayoría de los casos de la reflexión consciente de tener que morir, y así, en el vano intento de aferrarse a todo lo que se piensa, que proporciona seguridad, falsa invulnerabilidad, caer en los absurdos más vulgaresque convierten a los seres humanos en marionetas, títeres de videntes, hechiceros, mesías, libertadores, etc., que nublan la propia capacidad de razonar, de ser capaces de discernir y decidir consecuentemente.
Las fuerzas productivas son inmediatamente identificables, sobre todo, cuando esas fuerzas se vuelcan en la industria militar, traducidas en costosísimos complejos defensivos, de los cuales, una fracción del enorme presupuesto dedicado a la fabricación de armas, podría acabar con el hambre en el mundo, o garantizar la alfabetización de todo el género humano, pero hay aspectos de esas fuerzas, cuya manipulación es más sutil y escurridiza, y sobre todo, ampliamente desconocida, y sobre la que la sociedad, a penas tiene control. Me estoy refiriendo a la manipulación genética, que en una grandísima parte, están controlada por los mercados, pues los procesos secuenciados están patentados, siendo por tanto, legalmente dueños de su uso y empleo, y en este sentido, la sociedad tiene muy poca capacidad de control, porque fundamentalmente, los gobiernos ejercen el poder, que el pueblo les otorga, a favor de los mercados, y no en beneficio de la sociedad.
Una sociedad desinformada, despolitizada, es una sociedad manipulada, ignorante e inculta, por eso, la actual ofensiva del capital financiero internacional está de acuerdo en mantener el asedio a la ciudadanía dificultando las condiciones de vida, y particularmente, en España, reduciendo las condiciones de la enseñanza, a límites de escandalosos, así, por ejemplo, un escolar que se lleve la fiambrera al comedor escolar paga más que un parlamentario por comer en la cafetería de la sede parlamentaria, y este tipo de dificultades va directo a empobrecer las condiciones de lo futuros ciudadanos, los actuales educandos, que solo la abnegación, en muchos casos, de los propios maestros y administradores, hacen soportable la tarea de aprender en los colegios públicos.

NECESIDAD DE OBJETIVOS PARA GENERAR LA ALTERNATIVA

La pasividad y mesura que planteaba Manuel Vicent, en su artículo del 4 de noviembre pasado, lo interpreto como la perplejidad social ante la desaparición de la escena política internacional de una batalla ideológica y política de la izquierda, que desde una perspectiva de masas, la ha canalizado, tradicionalmente, la socialdemocracia, en sus diferentes variantes nacionales, dentro y fuera de Europa, y la práctica desaparición del su rama radicallos partidos comunistas, en un ominoso silencio desde la desaparición de la URSS, por lo tanto, los luchadores que presentan batalla a la rapiña del capitalismo financiero internacional, lo hacen lo mejor que se les ocurre, pero faltos de la necesaria orientación mundial, sus forcejeos son una discordante manifestación de intentos, semejantes a los esfuerzos de un náufrago que bracea desesperado para no verse engullido por el remolino que se lo llevará al fondo, si abandona la lucha. Ahí radica la aparente mesuraen una carencia de perspectivas ante una situación que se interpreta, desde todos los ángulos del poder, yo diría, con fruición, de cacofonía, ante esta discordancia, que desde el lado del capital financiero internacional, es una sucesión de encuentros y acuerdos, tanto a niveles privados como a niveles oficiales que les permite tomar el pulso del mundo y proponer sus recortes como la única solución, cuando nada está más alejado de tal cosa.
Semejante nivel de conocimiento por parte del capitalismo financiero internacional y semejante nivel de acuerdos, acuerdos, que por otro lado no significa que las diferentes burguesías sean coincidentes en sus apreciaciones e intereses, sino en apartar de los focos sus discrepancias para no hacerlas notorias y susceptibles de convertirlas en grietas donde la lucha social pueda introducir cuñas, no puede ser contestadas con la cacofonía de las luchas desorganizadas, porque, al menos, los estudiosos del sistema deberían de comprender que desde los años setenta, del siglo pasado en donde la economía estuvo dominada por la producción realante la explosión de la producción fabril para rellenartanto los destrozos que causó la guerracomo por la necesidad de acaparar el mercado por el capitalismo estadounidense con sus empresas, la economía ha dado un vuelco dramático y si hace cuatro décadas la economía estuvo dominada por la producción de tal modo que la especulación representaba el 20%, en la actualidad, la proporción se ha invertido y la economía está dominada en un 80% por la especulación, y solo un 20% es economía real, es decir, economía productiva, economía que produce objetos susceptibles de ser convertidos en valor de uso por los ciudadanos corrientes, mientras que la economía especulativa, la que maneja sumas millonarias de dinero, está fuera de la órbita del ciudadano corriente, entrando de lleno en la órbita de los mercadosel capital financiero internacional.
Esta realidad de la especulación financiera no es una consecuencia voluntariosa de los capitalistas, de los mercadosdel capitalismo financiero internacionalde los banqueros, sino que para que la especulación sea un negocio seguro precisa de realidades controlables para que la especulación sea un negocio seguro y no un albur, y esas realidades han venido de la mano de la transformación de la estructura económica de la sociedad, producida casi sin interrupción desde los comienzos del siglo 20, que ha disparado los transportes y comunicaciones de una manera increíble, y que es comprobable por cualquier ciudadano corriente que lleva en su bolsillo un teléfono móvil.
Sin la posibilidad de acceder a la información en tiempo real, sin la posibilidad de controlar telemáticamente los procesos de contabilidadla especulación es un albur que el capitalismo financiero internacional no podría correrno se atrevería a correr, ya que las posibilidades de control sobre los acontecimientos serían riesgos muy altos, por lo tanto, los estudiosos del sistema, sobre todo, esos que se reafirman en el marxismo, habrían de saber, ante esta realidad incontrovertible, que las monedas son el galimatías preciso para distraer a las sociedades desinformadas, y que las fuerzas productivas han internacionalizado la producción y la información sobre el consumo, por eso, a nivel interno, el Fondo Monetario Internacional, en sus balances tiene una medida de valor tomada en relación a las burguesías que forman el núcleo duro del superimperialismo, la burguesía del complejo militar industrial estadounidense, las burguesías europeas, la continental y la británica -una cuña en el corazón de Europa- y la burguesía de Japón, eso es lo que significa, en la actualidad, los DEG -derechos especiales de giro- la manera de referenciar modos de medir, de la misma forma que el sistema métrico decimal y el sistema de medidas angloamericano están referenciado el uno en el otro para que no haya posibilidad de error, por lo tanto, hablar de recuperar el control de la moneda nacional es extemporáneo y francamente una muestra de desorientación y retroceso político, porque no se enfrenta a la realidad, sino que trata de buscar refugio en un tiempo pasado, que ya no volverá.
Buscar refugio en el control de la moneda nacional está fuera de lugar porque todo el crecimiento de la estructura económica, todo el crecimiento de las fuerzas productivas, que las acapara la industria armamentista, va en contra de la dinámica de la historia, y no da respuesta a los problemas, que ante sí tiene la sociedad, es de la misma naturaleza que la huida de Artur Mas llamando al nacionalismo para ocultar la propia incapacidad, y es un retroceso político porque cierra los ojos a los problemas análogos que tienen ante sí griegos, italianos, belgas, irlandeses, islandeses -aunque no sean miembros de la UE-, es decir, no se articula una visión de conjunto para un amplio grupo humano que se encuentra atrapado en una situación de estrangulamiento porque la política se ha hecho y se hace para satisfacer a los poderosos y no a las sociedades. La sociedad no se revolverá enérgicamente mientras no se responda desde las instancias hacia donde mira, queriendo encontrar respuestas, con propuestas que satisfagan sus aspiraciones y deseos, y estas aspiraciones y deseos se condensan en ser ciudadanos con derechos, ciudadanos con condiciones de vida y cultura suficientes porque el progreso conseguido hasta aquí se ha hecho con su esfuerzo y cooperación, y eso, una dirección política atenta ha de definirlo como la lucha por poner el modo de producción mercantil al servicio de la sociedad y no a disposición del mercado, y esto cuestiona radicalmente el derecho de propiedad de los expropiadores, por lo tanto, depende de articular la movilización social para que este derecho de los expropiadores revierta a la sociedad, al menor coste posible y tratando de armonizar, siempre que se pueda intereses enfrentados, pero la sociedad no puede permanecer impasible ante la batalla de desgaste que el capital financiero internacional ha acometido contra todos y que hace sangre, todos los días, en los más débiles.
jmrmesas
once de noviembre de dos mil doce

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