domingo, 26 de febrero de 2012

¿DIVIDIR EUROPA PARA SALIR DEL EURO?

UNA DISCREPANCIA

Un modo de producción no antagónico capaz de sustituir al modo de producción de mercancías, no es posible crearlo de la noche a la mañana porque es un proceso social que reúne gran cantidad de factores, que a su vez van generando toda una serie de comportamientos sociales y psicológicos, los cuales preparan a la sociedad para interrelacionar, interactuar en y con su utilización, así que dicho esto, puedo comprender que el modo de producción mercantil, el modo de producción capitalista no se sustituirá de un día para otro, pero el modo de producción mercantil, ya no es útil socialmente porque el capitalismo, el capital financiero ha perfeccionado la mercancía que le da todo el poder, el dinero, el cual, ellos los capitalistas y sus gobiernos, pueden utilizar como valor de uso, mientras los ciudadanos, y especialmente los obreros, han de utilizarlo como valor de cambio para sobrevivir, y esto que lo explicó muy bien Carlos Marx, hace más de siglo y medio, ha sido olvidado -intencionadamente- por la izquierda para no separarse de los mercados, la burguesía local de cada nación de cada estado, así que desde entonces, esos nuevos alquimistas, que son los economistas, en mi modesta opinión, no han aportado nada nuevo, que no sea la introducción de la matemática, para liar y enmarañar, el robo, el latrocinio que se comete con los pueblos, las sociedades, las personas, y es muy estimable que los profesionales decentes se dediquen a demostrar que no es necesario atacar a las pensiones, a las personas para crear empleo, y estoy persuadido de que la crisis económica ha sido fabricada artificialmente, no como una azarosa concatenación de hecho ineluctables sino con el decidido propósito de someter al peligro más terrible, que los capitalistas temen, cual es que la ciudadanía más preparada del mundo, la ciudadanía europea, terminara por volverse demasiado peligrosa y forzara a la caduca burguesía de los diferentes estados europeos que componen la Unión Europea a ir más lejos de lo que ellos, los burgueses de la caduca Europa burguesa querrían ir.

Todo el entramado económico se entiende mucho mejor si se percibe como el resultado de una lucha de clases entre la burguesía estadounidense, autoconvencida de ser portadora de un destino manifiesto, es decir, con una visión global del mundo como su mercado, no en vano han sido ellos, sus multinacionales, las que han internacionalizado las fuerzas productivas mundialmente, contra la caduca y dividida burguesía de Europa, la cual no es que quiera disputarle el mercado a los estadounidenses, pues ni tiene el tamaño ni los medios, ni la voluntad política para hacerlo (que si pudiesen se ventilaría con una guerra), sino que no quieren ser subsumidos por el complejo militar-industrial, como virreyes en sus propios dominios, y el único paso que se han atrevido a dar, para asegurarse un mercado interior, ha sido introducir el euro, pues medidas más audaces para unir Europa, no se atreven a dar por el miedo a que la ciudadanía europea, les obligara, por la propia fuerza de los acontecimientos, a construir un gobierno centralizado, al modo del de Estados Unidos de Norteamérica, percibiendo este paso como un elemento disolvente de su propia naturaleza de clase.

De este modo, el pulso entre los burgueses estadounidenses y la decadente mezcolanza de burgueses europeos se libra empobreciendo, a ambos lados del Atlántico a los ciudadanos, a los trabajadores y a los obreros, acelerando los mecanismos financieros para atacar el punto débil de la vacilante Unión Europea, el euro, y el modo de hacerlo consiste en permitir la libre interpretación de las agencias de calificación, que facilita la transferencia volúmenes de dinero a los mercados, vía especulación, para que estos los hagan desaparecer por los sumideros que conectan los bancos con los santuarios financieros, los paraísos fiscales, la caja B de los propios bancos, y una red telemática de ordenadores específicos, encargados de mover sin descanso las enormes sumas de dinero, libres del fisgo de los gobiernos, en realidad una contabilidad paralela, sin vigilancia fiscal, y este tácito entendimiento entre las burguesías, se traduce en un empobrecimiento mundial que garantiza el predominio político del escaso uno por ciento social que es la burguesía.

Por eso, señor Vicenç Navarro, cuando le oí, el pasado día 23 de febrero, en su videointervención, en el auditorio Marcelino Camacho de CCOO abogar por la salida del euro como un medio de responder a los mercados, en la hipótesis de que griegos, portugueses, españoles, irlandeses, podrían formar un núcleo capaz de desestabilizar el predominio germano-frances sobre el euro, creí que su opinión, si la entendí bien, no solo no podía compartirla, sino que la consideré errada, pues en mi opinión, la modesta opinión de un ciudadano corriente, de esos que los políticos, en época de elecciones, le solicitan su voto, y que las organizaciones requieren su concurso para que preste su persona para hacer bulto en las manifestaciones y eventos que requieren de público, se rebeló, porque, no es que se trate de defender el euro, sino que el euro es la adquisición histórica, teórica y política, que la caduca mezcolanza de la burguesía europea ha sido capaz de llevar la unidad de Europa, y no será dividiendo más a los maltrechos grupos de naciones que componen el continente, el viejo continente, como la humanidad avanzará, o yo, al menos, querría que avanzara, sino pregonando que el modo de producción mercantil está acabado, como herramienta social, precisamente porque la mercancia que este medio de producción es capaz de producir en abundancia, el dinero, solo puede ser utilizado como valor de uso por la minuscula fraccion social del uno por ciento.

En Suiza, científicos de varios países del mundo se encuentra atareado en encontrar el famoso bosón de Higgs, el cual explicaría la teoría del campo unificado, y el equipo que lo encuentre, sabe que es lo que buscan, una micropartícula cuyas características se resumen en su spin, carga, masa y el equipo que lo encuentre estará obligado a explicar qué protocolos han seguido para que otros científicos puedan encontrarlo, verificando así los resultados, ¿Pueden los economistas ser capaces de emprender una tarea semejante?

La economía es una suerte de moderna alquimia, cuyos miembros, al servicio de mutinacionales y gobiernos deben romper como hace siglos, rompieron aquellos alquimistas que dieron lugar a la QUIMICA, y buscar el equivalente económico del famoso bosón, cuyas características se resumen en humanidad, honestidad, justicia social, y que es esa moneda mundial, que ya existe, que se llama dólar, pero cuyos únicos beneficiarios son el escaso uno por ciento global que es esa plutocracia, que a veces algunos de sus miembros aparecen en la revista Forbes, que manejan a la humanidad como su ganado más productivo.

Estoy persuadido que si personas de su talento, y pares como los señores Torres, Stiglitz, William F. Mitchel, Krugman, entre los economistas y otros como el señor Chomsky, y de otras disciplinas, que a buen seguro usted conoce perfectamente, se dieran a la tarea de elaborar los criterios científicos, políticos, jurídicos como para dotar a esa moneda, que hasta podría seguir llamándose dólar, de una medida de valor homologable, emitida, controlada y vigilada por una entidad internacional, con representación mundial, las tensiones internacionales se suavizarían enormemente y, probablemente, se habría dado un paso decisivo en la consecución de un nuevo modo de producción no antagónico, siendo este paso, el relevo, el paso del testigo, de la clase social, agotada históricamente, para dar paso a esa nueva generación ganada para la humanidad y capaz de impulsar de nuevo las modernas fuerzas productivas.

Y lo revolucionario, en tanto que desencadenante de abrir los procesos sociales que impulsen los cambios conscientes no es salir del euro sino buscar esa moneda mundial, al tiempo que proponer a los ciudadanos europeos la construcción de los Estados Unidos de Europa, impulsando a esa lucha, no solamente a griegos y españoles, sino a holandeses, alemanes y a rusos, porque se trata de iniciar una nueva era, y de este modo alentar a otros pueblos, como magrebies, árabes, africanos, asiáticos, a formar nuevas entidades economico productivas, para dar este, si de verdad salto adelante, despertando así, de este letargo político a la sociedad a sus partidos y organizaciones más avanzados, en la construcción de un nuevo modo de producción, de un nuevo orden social, más justo, más humano.

Y esto, podría ser posible, aunque no, de una manera consciente, porque sí lo espera, la humanidad doliente, esa, que vive con menos de dos dólares al día, espera el milagro de ver que su suerte, su destino, también es gozar, vivir, aprender, mejorar y porque, además, de multiples modos los ciudadanos más preparados y conscientes sabemos que somos los verdaderos creadores de la riqueza material, que sostiene todo el tinglado mundial, PORQUE NOSOTROS PAGAMOS IMPUESTOS CON UNA CARGA IMPOSITIVA MAS ALTA QUE EL UNO POR CIENTO QUE LA DISFRUTA, QUE PARA MAS ESCARNIO OCULTA SU RIQUEZA EN DINERO, EN LOS PARAISOS FISCALES.

jmrmesas

26 de febrero de 2012

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