TERRORISMO
SU ASCENSO ES LA CONFIRMACIÓN DE LA DESIDEOLOGIZACIÓN DE LA LUCHA
DE CLASES
El atentado de París, analizado por diferentes personajes de relieve
internacional convienen en señalar una acción de falsa bandera para
obligar al gobierno de F. Hollande a seguir los intereses del
complejo militar industrial dictados desde Washington sobre el diseño
de la política de EEUU en Oriente Medio, y de ellos, con el que más
me identifico es el de la señora
Armanian, pues a mi modo de ver,
alude a la lucha entre poseedores y desposeídos, que es lo que se
está ventilando cada vez con mayor claridad.
Todos los conflictos que tienen lugar en el
mundo, en estos momentos, revelan la terrible ferocidad con la que la
burguesía percibe la amenaza que supone tener que disputarse
recursos, sean estos energéticos, estratégicos, financieros,
tecnológicos en medio de una ciudadanía desconfiada, que quiere
cohesionarse pero que carece de una alternativa, porque esta no puede
improvisarce, dado que tal cuestión, no puede entenderse como una
satisfacción de carencias materiales que incomodan la vida cotidiana
de las diferentes sociedades, (que es como responden los partidos
políticos, cuando se dirigen a la sociedad proponiendoles soluciones
puntuales que llenen tales carencias, imposibles de satisfacer, de
otro lado, porque su realización afecta al modelo de sociedad,
que ellos – los partidos de izquierda - eluden tocar porque
choca con el modelo de sociedad vigente), así pues, como no se
atreven a cuestionar el capitalismo, cuya existencia es la que
impide satisfacer tales necesidades, bordean los límites, a los
que hemos llegado, no como medio de una decisión audaz, sino como
final de un proceso, que ya no tiene más recorrido, y por
lo tanto, romper tales límites se convierte en una cuestión de
supervivencia, tanto para los de abajo, como para los de arriba,
o dicho de otra manera, ni el capitalismo puede continuar como
hasta ahora, ni la sociedad puede tolerar el desnivel abismal,
que hace de la vida una constante frustracción.
PREPARANDO LA GUERRA
Menos mal que su santidad Tenzin Gyatso, el
Dalái Lama, cree que no habrá una tercera guerra mundial, y que por
tanto no hay que dividir a las personas entre ellos y
nosotros, pero todo parece girar, precisamente, entre
nosotros, los pueblos del mundo, y ellos, una minoría que atesora la
riqueza y el poder, y es ahora que el sistema está en un momento
crítico, en el que hay que tomar decisiones porque el mundo no puede
seguir como era, y ellos, conscientes de que no pueden acudir, ahora,
ya, a las armas, porque esa decisión comporta preparar el terreno
social y político, que requiere un tiempo de preparación, acuden al
terrorismo, acompañándolo del juego de la especulación con las
materias primas, sean estas, metales estratégicos o combustibles –
petróleo -, para ir preparando, destruyendo la cohesión social
entre creyentes y no creyentes, inmigración y naturales, entre
nación opresora y nación oprimida, cuando en todas las naciones, la
nación oprimida son los de abajo y la nación opresora, los de
arriba, porque es imprescindible desgajar, fragmentar a la sociedad
industrializada, porque esta es mucho más homogénea que las
sociedades donde la industrialización ha sido implantada desde
Europa y Estados Unidos, en periodo de tiempo más corto, que el
largo periodo que ha tenido lugar en Europa en los quinientos años
de duración del capitalismo y del modo de producción mercantil.
En ese largo periodo de industrialización, se
ha ido produciendo una, diríase, homogeneización negativa de la
sociedad industrial, en forma de lento proceso de desideologización
y descreimiento, que, paradógicamente, la convierte en un cuerpo de
difícil movilización y manipulación, política y socialmente; un
cuerpo de tal dimensión es imposible de encuadrar y militarizar,
siendo aquí donde entra en función la labor disgregadora del
terrorismo, en la sociedad industrial, en las dos orillas del
Atlántico.
El temor procede del grupo social más
veterano, la burguesía euro-estadounidense, que previendo una
competencia económica, mortífera, con el nuevo bloque, en proceso
de consolidación operativa -BRICS-, y conscientes de la
imposibilidad de emplear la fuerza bélica, intenta la vía de
ablandar el terreno europeo, antes de proponer soluciones que
modificarían el escenario mundial en profundidad. En principio, en
Oriente Medio, el esfuerzo de variar las fronteras, conjuga
diferentes factores en el que el ISIS, vendría a jugar el rol de
T.E.
Lawrence, el cinematográfico Lawrence de Arabia, al que
dio vida en la pantalla P. O´Toole, por eso, las atrocidades
cometidas allí, implicando a niños en las matanzas, en el papel de
matarifes, está velado púdicamente, por la prensa burguesa, pero el
temor, ante la imposibilidad que el invento se les vaya de las
manos, estriba en que, a diferencia del primero, que fue apartado del
diseño fronteril, porque la primera guerra mundial ya tenía
definidos el cuadro de los vencedores, y tocaba a los diplomáticos
-Sykes-Picot- terminar el trabajo, en la actualidad, todo está por
hacer, porque no hay nada definido, y en Europa, aún no ha comenzado
la guerra (y si así sucediese, el retroceso histórico sería
inconmensurable), por lo tanto, mientras se gana tiempo en Oriente
Medio, mareando la perdiz, Europa, y eventualmente, Estados
Unidos, requieren la atención del terrorismo para domesticar a la
población.
EL 11S
El mayor y más demoledor ataque terrorista ha
sido llevado a cabo en territorio estadounidense con la destrucción
de las tres torres del WTC de Nueva York, y el ataque al Pentágono
en Washington . Semejante ataque se cubre con el manto de los
kamikazes saudíes, que hace desconfiar, a tal punto hasta
personalidades del establismen USA; incluso se ha formado una
organización de expertos arquitectos, ingenieros,
químicos, etcétera, intentando echar luz sobre una destrucción que
más parece una demolición controlada que un accidente.
Si efectivamente fuere una demolición, el
impacto de los aviones fue la excusa perfecta para iniciar la
demolición, y si fue tal, implica que con antelación calculada,
personas con conocimientos específicos, medios y colaboración de
los dueños de las torres, de las tres torres, facilitaron acceso a
los artificieros, que necesariamente tuvieron que dejar algún rastro
documental de la actividad, y esto compromete a los servicios
secretos, cuando menos, por ineptitud, pues en esas torres se
guardaban pertenencias gubernamentales.
El señor Thierry Meyssan, incluso apunta la
existencia de un golpe
de Estado fugaz ese día, ya que el poder estuvo en manos de
los militares durante un lapso de tiempo suficiente para asegurar que
nada escaparía al control de un supuesto plan de exigencias ¿del
complejo militar-ndustrial?, pues los militares, por sí solo no
tendrían capacidad de decisión. Si todo esto es así, ese atentado
encubriría planes de alcance global, hecho en nombre de los
intereses del pueblo de Estados Unidos, y correspondería, en primer
lugar, al pueblo estadounidense, victima de su clase dirigente
-corporate class- expoliadora, y criminal, enredada en el complejo
militar industrial, el lugar de honor para aclarar qué encubría esa
demolición, quienes se beneficiaron y benefician, con aquella
destrucción, qué planes de guerra y latrocinio encubre la supuesta
amenaza terrorista, estableciendo lazos con la ciudadanía europea
para prevenir futuras consecuencias, sobre todo, en estos momentos
que en el sur de Europa se viven momentos de esperanza en un cambio
positivo en Grecia y en España, siendo esa colaboración la mejor
manera de prevenir atentados, que nunca benefician a los de abajo, y
siempre a los de arriba; como aparecía, en una foto, en las
inmediaciones de una mezquita de París, en la que un creyente
musulmán, portando una pequeña pancarta decía, en francés, no en
mi nombre, el pueblo de Estados Unidos debe exigir y demandar a su
gobierno aclarar ese atentado, pues en su nombre, se lleva a cabo un
expolio global, que a la mayoría no le beneficia, y si son, junto a
los otros pueblos, explotados, masacrados, empobrecidos.
jmrmesas
dieciocho de enero de dos mil quince
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