domingo, 26 de enero de 2014

EL INFORME





EL INFORME Y EL MUNDO

¡ES LA ESTRUCTURA ECONÓMICA!

La publicación del informe de intermon oxfan, destinado a presentarse en el foro económico de Davos, ha pasado veloz por los medios, sin que, salvo la novedad de su publicación, se le haya prestado la atención que merece, pues aunque el informe no ahonda en los entresijos de la concentración de la riqueza, su sola lectura es un monumental puñetazo que afecta a las estructuras políticas de los gobiernos del mundo, y de paso, a las estructuras ideológicas, organizativas y políticas, de toda la izquierda mundial, sin distinciones, pues parecería hecho para demostrar, no solo que sí se puede, sino que es preciso e inevitable luchar por revertir ese comportamiento de la política oficial de los gobiernos, y zarandear a los dirigentes políticos de la izquierda, para que se pongan las pilas o dejen su lugar a quienes estén dispuestos a encabezar las luchas reivindicativas contra la élite del mundo.

ES LA ESTRUCTURA ECONÓMICA DEL MUNDO

El informe desgrana una serie de datos que nos presentan la concentración de la riqueza en manos del uno por ciento mundial, como algo que sucede con naturalidad, incluso cuando dice que los gobiernos gobiernan para las élites, se presenta como algo separado del entramado de organizaciones a través de las cuales, la burguesía más rica del planeta, ha organizado su monumental red de acumulación de riqueza.

La desigualdad económica extrema y el secuestro de los procesos democráticos por parte de las élites son demasiado a menudo interdependientes”, sin que de esta obviedad se desprenda ninguna conclusión, como por ejemplo los sucesivos acuerdos basileas, destinados a evitar la intrusión de banqueros advenedizos en el respetable negocio de la gran banca; o cómo la sociedad de telecomunicaciones financieras interbancarias mundiales -SWIFT- es una red de la máxima fiabilidad a través de la cual tiene lugar todas las maniobras especulativas y de movimientos de capitales destinado a evitar que los gobiernos puedan seguir el rastro del dinero, entre la maraña de organizaciones económicas (lo escribo en itálica para resaltar, como el inteligente lector captará sin duda, que tales instituciones profesionales están recorridas y corroídas por un profundo sentido corporativo, clasista, elitista, que hace de tupidísimo filtro, incapaz de pasar sino se está en posesión de todo el marchamo que caracteriza a los integrantes que las dirigen y controlan).

Tengamos igualmente presente la bien estructurada red de instituciones internacionales a través de las cuales se organizan las sucesivas cumbres en las que se toman los acuerdo de recortes; sin olvidar el trabajo sucio como las matanzas, que tienen lugar en el mundo, desde la increíble escabechina de Indonesia -Yakarta 1965-, luego Chile 1972-, sin que se nos olvidemos los prolegómenos de la actuación de la mafia en ahogar el sindicalismo estadounidense, en un compadreo, casi público, con el gobierno yanki, o el asesinato de dirigentes africanos de las naciones que se liberaban del colonialismo europeo -Lumumba- y de este modo, hasta llegar a nuestros día, Libia, Siria, Túnez, Argelia, Egipto, o la sesgada información de la prensa acerca de los acontecimientos que tienen lugar en Ucrania, etc., etc., que hace del control de la política y lo político algo muy peligroso, complicado y obscuro, como para dejarse llevar de algo, que si no se capta el fondo pérfido, resulta tedioso y aburrido, porque ahora toda la pus del sistema empieza a salir por las numerosas pústulas, y el hedor se vuelve irrespirable -solamente en España, los casos de corrupción, bastan para escribir la historia a través de sus personajes pasados y presentes: casi todos contaminados-, pero hace solo diez o quince años, lo que hoy aparece en la prensa corriente era cosa de elementos muy informados, y su publicidad, cosa de muy hondo compromiso, porque el secreto era, y es, vital, para garantizar una apariencia de normalidad, estabilidad y solidez del sistema.

Este entramado de organizaciones profesionales, institucionales, nacionales e internacionales, son las que, de hecho, pero con un grado de barniz democrático, hacen posible que la política repugne a la ciudadanía, porque además, la opacidad del dinero sirve para corromper políticos, funcionarios, sindicalistas, que terminan por transmitir la sensación de que la política es algo sucio, solo buena para medrar, no en vano, el informe comienza aceptando “un cierto grado de desigualdad económica, como estímulo dirigido a los más capaces”, que evidentemente, tal estímulo termina por convertirse en único estimulo.

El informe, es de cualquier modo, muy utilizable porque demuestra el grado de explotación que el superimperialismo somete a la humanidad, algo que para los que quieren encontrar respuestas ciertas sobre el funcionamiento del mundo, se desprenden de los informes y estudios como el de la universidad de Zurich, publicado por la revista estadounidense PLOS ONE, o el hecho por oxfan, para ser debatido en Davos; lo cierto es que el mundo se encuentra metido de lleno en una situación de profundos cambios antes los que la izquierda no se pronuncia porque sabe que más allá de los discursos convencionales, los problemas de la gente corriente, no tienen solución sin acabar con el sistema, cosa que uno de los promotores del foro, Schwab, percibe con claridad, puesto que las nuevas tecnologías agrandarán la brecha del empleo, al prescindir, en modo creciente de la fuerza de trabajo.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Sin falsas modestias, estos informes hechos en tiempos distintos y por organizaciones y estudiosos distintos, confirman la línea política de este blog, es decir, las fuerzas productivas, mundializadas a lo largo de los últimos ciento cincuenta años tienen algunas conclusiones, la más importante, que esta globalización de las fuerzas productivas hace superflua la fuerza de trabajo; consecuentemente, la civilización basada en la producción de mercancías, en la que masas de obreros -en lo que se ha venido en denominar, primer mundo, o sociedades industrializadas-, tenían asegurada su modo de vidaestáprácticamenteacabado; que la estructuración del capital financiero internacional, a través de sus organizaciones de todo tipo, dictan la política a sus  gobiernos para que estos las apliquen en las diferentes sociedades, es el superimperialismo, cuyo poder de manipulación de la economía mundial se lleva a cabo a partir de las 147 empresas transnacionales, que exige y hace necesario articular un poder popular para, dar un giro determinante a la utilización de las fuerzas productivas en manos del complejo militar-industrial euro-estadounidense, convirtiendo la industria militar en medios que potencien la condiciones de vida de la ciudadanía; la adopción de una medida de valor, acorde con las fuerzas productivas globales -una moneda mundial-, que sería la manera más eficiente y menos traumática de armonizar las diferencias nacionales, permitiendo que las diferentes naciones tomaran su tiempo en interiorizar los cambios sobrevenidos.

La historia, hasta aquí aparece como una sucesión de acontecimientos en el que el azar sería la causa determinante, pero la potencia y interdependencia del mundo moderno necesita una enorme dosis de previsión y planificación, reduciendo el azar, por eso, la izquierda, las fuerzas vivas de la sociedad, deben de hacer un esfuerzo coordinado, junto a la acción reivindicativa, por presentar ante la sociedad un proyecto de sociedad, ya que solo de este modo podrían movilizarse las fuerzas necesarias para deconstruir el conglomerado de organizaciones, a través de las cuales, el capital financiero internacional, absorbe las riquezas del mundo,concentrándolas en manos del uno por ciento. Si esto no se entiende, la opción más probable es una nueva guerra, que los estrategas de la burguesía, no descartan, como válvula de seguridad del sistema.

jmrmesas


veintiséis de enero de dos mil catorce

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