ELEVAR
EL TECHO DE LA DEUDA DE EEUU
O
DEJAR
DE PAGAR LA DEUDA
La
banca de inversión estadounidense, el capital financiero que es
el que está detrás de los republicanos de EEUU, han observado,
durante todos estos años como el mundo se ha tragado los recortes,
sin que desde la ciudadanía del mundo, ni desde sus organizaciones
de clase, un eufemismo para no llamarles incapaces, o peor, rendidos,
se hayan tomado acciones para exigir medidas de control contra las
grandes fortunas, las grandes empresas, contra ese capital financiero
que no quiere ni oír hablar, y mucho menos que se tomen medidas que
supongan una merma de su poder. Consecuentemente quieren más;
quieren acabar con la tímida medida de la reforma sanitaria de
Obama, porque están determinados a acabar con el estado de bienestar
de la ciudadanía a la que contemplan horrorizados como su
némesis, y saben que no habrá recuperación porque para que la
haya, es condición imprescindible una derrota profunda de la
ciudadanía mundial, cosa que no ha sucedido, y que aún
está lejos de suceder.
Si
a la profunda crisis de 1929 tuvo que suceder a una guerra mundial
para que la economía volviese a tener un crecimiento, que ya fue
un salto cualitativo en el aspecto social, político,
funcional, de todo el mundo, a partir del cual, podía
decirse que las reminiscencias del siglo xix habían quedado atrás,
actualmente, la crisis de 2007/2008, está lejos de haberse resuelto
porque lo que exige el capital financiero internacional, que definen
el cartel de las 147 grandes empresas del mundo, y cuyo capitán es
Obama, estriba en esta pelea entre el armador -las 147- que quiere
tirar por la borda toda la carga inservible -la reforma sanitaria-
porque es lo que se está exigiendo a todo el mundo, es lo que
Draghi, el agente de Goldman Sachs, en funciones de director del BCE,
está demandando a los gobiernos europeos, y los republicanos están
demandando a Obama, porque sin derrota total y profunda de la
ciudadanía, a ambas orillas del Atlántico, cualquier
proyecto del superimperialismo está destinado a fracasar, esto
es lo que se está dilucidando en este pulso entre los republicanos y
Obama.
Lo
que los republicanos están haciendo es lo que la banca de inversión
estadounidense ha exigido del poder, desde hace tiempo, la
completa desregulación de la banca,
a nivel internacional para que la
banca de inversión pueda operar en todos los países,
sin restricciones,
y de esta consigna de los ganster-banqueros, Making
the World Safe for Banksters,
los republicanos han hecho su ariete
contra la reforma sanitaria de Obama, porque permite, facilita, que
ese ataque se perciba como estrictamente nacional,
cuando el contenido de ese ataque es internacional, porque
lo que es bueno para Goldman Sachs es bueno para Estados Unidos,
es bueno para el mundo de los ganster-banqueros, es
decir, lo
que vienen ocultando todos los analistas y políticos durante todo
este proceso de mundialización de la economía financiera,
lo
que se está queriendo evitar es que la ciudadanía se entere de
cuales son los planes perseguidos por el cartel de las 147 empresas
multinacionales en las que están todos los bancos sistémicos,
porque
semejante plan es en realidad, el gobierno del mundo, que ya estamos
percibiendo, pero, que todos los gobiernos niegan
porque esa verdad
les convierte en títeres, y a esto,
están dispuestos a llegar al precio de hundir naciones, y ahora le
ha tocado al gobierno de Obama, como ya antes, estamos experimentando
en Europa, sobre todo, en el sur de Europa, de la mano del agente de
Goldman Sachs, Mario Draghi, director del Banco Central Europeo.
¿Cómo
lo harán? Si Obama consigue elevar el techo de la deuda, será a
costa de tragarse su tímida reforma sanitaria, o cuando menos,
reducirla a un simple gesto simbólico, mientras los republicanos
seguirán presionando porque no se habrá hecho otra cosa aplazar un
enfrentamiento decisivo, y este enfrentamiento, inevitable, porque
el modo de producción mercantil ha llegado a un límite, cuyo
traspaso implicará cambios substanciales importantes, se
concentrará en saber si Estados Unidos, es decir, los agentes de
Goldman Sachs, los republicanos, se atreverán a negar el dinero para
pagar la deuda; todo se concentrará en determinar cuantos días se
atreverán a dejar sin cubrir la deuda, porque esta decisión es la
que transmitirá las tensiones al resto del mundo, esta decisión
será la que determine si en ese afán de ocupar espacio político,
el enfrentamiento, el duelo de titanes entre el superimperialismo y
la neoburguesía rusa liderada por Putín, Siria se convertirá en el
Sarajevo anunciador de más tensión, porque Estados Unidos está
arrimando su flota al golfo Pérsico, y una escuadrilla de F22,
raptors, atraviesa el Atlántico; todo esto hecho con el mayor
sigilo, evidentemente, de cara a una ciudadanía, completamente en la
inopia, porque los partidos, sus partidos de clase, están absortos
en el juego parlamentario, que entretiene mucho, pero que no se
atreve a tocar lo importante: ¿Por qué, durante todos estos años
transcurridos desde la quiebra del Lehman Brothers, el sistema
financiero internacional sigue sin regulación? ¿Por que, la
ciudadanía mundial hemos de ser los eternos paganos, cuando somos
fuente de legitimidad?
ES
NECESARIA UNA RESPUESTA POLÍTICA COORDINADA DESDE LA IZQUIERDA
En
mis últimos apuntes, he puesto mucha voluntad por hacerme entender
sobre la importancia que tiene aceptar lo valdio que resulta negarse
a ver la dimensión global del momento político que vivimos, cuando
todo señala que el mundo se mueve a impulsos de fuerzas coordinadas
que están fuera del alcance de la política nacional, de las
políticas nacionales, porque la economía, que es el terreno en el
que se miden las fuerzas determinante de los agentes históricos
enfrentados, la burguesía, el superimperialismo, y la ciudadanía,
en cuya interrelación se producen ese entramado de relaciones de
producción, esas fuerzas productivas, cada vez, unas y otras más
interdependientes, porque ese terreno es mundial, está conectado por
mil y un complejo de relaciones biológicas -en realidad, todo el
problema de la contaminación ambiental no es otra cosa que el
desajuste introducido en la naturaleza, alterando sus ciclos
naturales, por la industrialización- geomecánicas, culturales,
históricas, políticas, y por tanto económicas, y o se acepta,
digo, que dado el grado de complejidad e interralción, es necesario
eliminar al máximo las tensiones derivadas de querer imponerse una
clase social sobre otra, o
estaremos enzarzados en en un enfrentamiento devastador.
Dado
que este tipo de conflicto no es posible solucionarlo con
razonamientos filosóficos, estando condenados, por tanto, a
dirimirlos mediante el uso de la fuerza, que el uso de la fuerza,
será tanto menor, cuanto más poderoso sea el bando de la
ciudadanía, la propuesta de mi último apunte, sigue teniendo la
fuerza de la razón, de otro modo, la economía variará en
la medida que la izquierda pueda emitir un juicio sobre que es lo que
persigue para el conjunto humano; si la izquierda pone en valor a la sociedad como objetivo a
salvaguardar, por encima del
mercado, por encima de la ganancia, como razón última del capital
financiero mundial, porque tras esta ganancia,
se esconden proyectos que consideran al ser humano, elemento
prescindible, por tanto, los sentimientos y sufrimientos de la
mayoría, desestimables, y la izquierda solo podrá hablar con la
autoridad necesaria si se organiza y estructura como una fuerza
internacional.
En
Alemania, la mayoría de escaños lo tiene el conjunto de la
izquierda. La socialdemocracia, el SPD, no obstante ha perdido de
nuevo su techo electoral, habiendo disminuido, y de seguir el camino
blando de ser el parachoques de la política merkeliana, por mor de
su responsabilidad de
estadistas, su futuro no
sera mejor que el del PASOK griego, mientras que Die Linke y los verdes,
han aumentado. Sería todo un gesto grandioso, que en conjunto, la
izquierda alemana asumiera el rol de organizadores para convocar, si
no un congreso mundial fundacional de la internacional, al menos una
conferencia mundial de la izquierda en donde los delegados
discutieran que futuro quieren para hacer de la economía un bien
capaz de garantizar el futuro de la humanidad, porque existen los
medios materiales, científicos, tecnológicos, culturales y
sociales para hacer una economía sostenible, solo falta la decisión
política y el valor necesario de reclamarla para el conjunto humano
frente a los banqueros codiciosos, frente al capital financiero
mundial.
jmrmesas
cuatro
de octubre de dos mil trece
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