miércoles, 19 de junio de 2013

ERRORES FISCALES


ERRORES FISCALES.

EL ESTADO PODRIDO Y LOS PUDRIDORES DESCONOCIDOS

Con S.A.R. la Infanta Cristina, se ha cometido un error, nada menos que desde HACIENDA, desde el ministerio que es inflexible con las declaraciones de la renta de los ciudadanos que están fichados por nómina a los ordenadores de este Gran Hermano (G.Orwell, 1984), capaz de conocer hasta donde has comprado los calcetines; que nos vigila con celo, mientras que con los poderosos, el GH, se convierte en la Divina Comedia.

La cosa, trece fincas negociadas, cuya excusa para el despiste es que en las localidades donde se sitúan las fincas, nunca se vio a la Infanta (como si a la Infanta le faltaran lacayos), ladran los corifeos mediáticos; excusa banal, porque la cosa se barruntaba falsa desde el comienzo, revelando una conspiración urdida para apartar a la infanta del caso en el que está metido su cónyuge, Urdangarín, tratando de salvar de las salpicaduras a la Casa del Rey, siendo este punto, el nudo central del tinglado.

Primero, el ministro de Hacienda, no da explicaciones pertinentes desde el primer momento; luego, una vez imposible de disimular el error sigue sin dar explicaciones creíbles, además, no dimite, ni nadie exige su dimisión, y lo que es más grave, y se teme que pueda pasar, es que desde una institución que goza de la atribución de disponer del dinero de la ciudadanía, se haya cometido un delito, utilizando los servicios del centro, lo cual quiere decir, que alguien con poder ha manipulado los departamentos del centro en favor de terceros, minando así la credibilidad e independencia de ese ministerio, arrojando dudas, sobre la limpieza democrática del mismo.

Lo que es inconcebible es que se revele la podredumbre del interior del Estado sin que nadie se sienta responsable de que las instituciones del Estado se puedan utilizar para favorecer a los amigos, porque lo procedente es aclarar como se puede producir un error que tiene todos los visos de querer influir en un proceso, que debería de ser ejemplar.

La oposición tendría que interesarse por conocer el grado de putrefacción del interior del Estado, pues a principios de este año, nos sorprendió la noticia de que el autor del asesinato de Yolanda González, era, ¿Sigue siendo?, asesor del ministerio del Interior, ahora aparece un asunto que tiene todos los componentes de necesitar más de un solo individuo para para llevar a cabo la misión, y no es admisible ni tolerable semejante grado de podredumbre y pudridores.

jmrmesas

diecinueve de junio de dos mil trece


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