lunes, 14 de mayo de 2012

EL 15M Y EL SISTEMA



LOS OBJETIVOS

Reconozco que mi posición de bloguero, me permite licencias que un político, un economista, o cualquier otro personaje con prestigio académico, profesional o de cualquier otro tipo, tendría mucho cuidado en expresar porque admitir que el sistema está agotado desde una perspectiva histórica, le obligaría a dar una serie de explicaciones complicadas, que dadas una hipotética fama, prestigio, etc., debería acompañar a su aserción, para demostrar cómo y por qué, el sistema ya no tiene una función positiva y por lo tanto, impulsar una búsqueda de posibles alternativas a algo tan complicado como la heterogeneidad de esto que llamamos cultura occidental, así que, hecha esta salvedad, con la que pretendo comprender la posición de alguien que estimara el agotamiento del sistema, y dada mi explicaciones, en anteriores apuntes, insistiré de nuevo, porque considero que el inagotable soporte argumentario sobre la nefasta práctica de los gestores financieros que han dirigido la economía, en los décadas anteriores, no es nefasta porque lo hayan hecho mal, sino porque lo han hecho con el propósito de detraer, encoger, reducir a los límites más extremos las condiciones del conjunto de la población, como medio de asegurarse el control, no solo de las finanzas, de la economía del mundo, sino, sobre todo, que para dirigir la economía del mundo, tenían que asegurarse el control político del mundo.
El sistema habría que entenderlo compuesto por el entramado legal desarrollado a lo largo del proceso histórico, tendente a garantizar el predominio de una clase social, minoritaria, pero muy poderosa, que se ha ido relevando a lo largo del proceso, permitiendo, a una élite, dirigir las respectivas sociedades.
Cuando este entramado legal, cuyo patrón de comportamiento, se ha desarrollado, con las variaciones culturales propias de cada lugar, ha confluido, a impulsos del crecimiento y de la internacionalización de las fuerzas productivas, ha terminado por homogeneizar criterios de entendimiento de esas élites cosmopolitas, que han entendido que para asegurarse el control de las finanzas del mundo, tenían que imponer criterios políticos, (voy a suponer que estas personas estén animadas de buenas intenciones, y que consideren, que a largo plazo, muy largo plazo, sus medidas sean la buena solución, por lo tanto, no voy a suponerlas malas gentes, sino que en la medida que sus posiciones producen en daño, se impone combatir esas prácticas, confrontando sus medidas elitistas, por otras, que, desde el seno de la sociedad, se resisten a salir, porque romper la inercia histórica, requiere un esfuerzo de comprensión y síntesis y un no menor esfuerzo y valor para avanzar prospecciones que rompan con la dinámica de dejar hacer a los que saben, porque, evidentemente, lo que saben no da resultados, más que los que la historia confirma como elitistas, excluyentes), por tanto, y en consecuencia, los criterios económicos, basados en los recortes, tienen un importantísimo trasfondo político, que no se discuten.
La economía es sobre todo, política y contabilidad, política y contabilidad para manipular, disponer, organizar y utilizar los recursos macro, en la dirección que beneficia a esa élite minoritaria pero poderosísima que cuenta con esos profesionales de la contabilidad macro, que son los economistas, y que una vez que salen de las universidades, la sociedad se convierte en un recurso retórico, que utilizan para y a beneficio de empresas y complejos financieros, así pues, el sistema -conjunto de organizaciones y partes que interactuan para conseguir un fin-se perpetua porque nadie se atreve a romper una lanza en favor de buscar alternativas a un sistema sin más utilidad social que asegurar el control de la élite.
El sistema compuesto del modo de producción de mercancías, del entramado legal y de la justificación ideológica que es el capitalismo, permanece porque como organismo vivo se adapta y carece de los anticuerpos necesarios -la alternativa- que le hace crecer inmoderadamente ante la falta de respuesta, que llegados a este punto, no puede venir de una feliz casualidad, sino que ha de ser buscada, conscientemente porque la complejidad del desarrollo logrado hasta este momento, ha establecido numerosas conexiones que no pueden ser ignoradas sin que su desajuste produzca, más que consecuencias fatales.
El capitalismo, en cuanto a ideología, tiene una amplia contestación ideológica, que pese a su abundante contestación no roza más que la superficie del sistema porque en la que afecta al modo de producción, este, se revela inatacable, y la producción teórica necesaria para desmontar su justificación, no se aborda por el miedo a chocar frontalmente contra el derecho de propiedad de los expropiadores y contra la pretendida capacidad de autoregulación del modo de producción de mercancías, atribuida al mercado.
Es pues, necesario, abordar la economía, no entrando en el juego económico que plantea la élite, los mercados sino planteando la lucha porque el modo de producción se adapte a las necesidades de las sociedades, y sean estas, las personas, a las que tenga que responder el modo de producción de mercancías, y esta necesidad es la que determina los objetivos, que por sí solos han de poseer la capacidad de modificar el modo de producción de mercancías para, a partir de esos objetivos configurar los criterios de la producción misma, por lo que definir tales objetivos supone toda una estrategia de lucha política para arrebatar la iniciativa a los mercados, poniéndola, transfiriéndola a las sociedades, y como la principal baza de control de los mercados es la dirección de las finanzas, y tales finanzas suponen la capacidad de mover cuantiosas sumas de dinero -valor de uso de la mercancía dinero- para facilitar la especulación, dinero que aparece mágicamente, porque no está controlado por los fiscos nacionales, el primer objetivo estratégico para regular el mercado en el criterio ya expresado, es la lucha internacional por la erradicación de los paraísos fiscales, porque esta reivindicación es común en todas las sociedades, particularmente en las sociedades industrializadas en las que los gobiernos han hecho dejación del control de las finanzas de los poderosos, poniendo el foco, solo, en las de los ciudadanos-trabajadores, los cuales, paradójicamente se convierten en los principales sostenedores del estado que les imponen los criterios de los mercados.
Levantar un movimiento mundial por la erradicación de los paraísos fiscales, adquiere por lo tanto, una dimensión estratégica fundamental porque va directamente contra la capacidad de la burguesía internacional, los mercados, para imponer condiciones políticas a los gobiernos, revestidas de necesidad económica, y por tanto objetiva.
El resultado de esta reivindicación ha de continuar en la lucha por el retorno del dinero oculto, y está escrito así porque, según los organismos oficiales encargados de investigar la pista de los dineros evadidos de los fiscos nacionales, el dinero no suele moverse del banco en el que se depositó, pero informática y telemáticamente, el dinero es objeto de innumerables transferencias que hace muy difícil discernir su paradero real, por lo tanto, exigir el retorno del dinero oculto se convierte en la forma real para poder reactivar la economía productiva, al tiempo que se reivindica la exigencia de emplearlo en la investigación científica, en favor de proyectos destinados a mejorar las condiciones del conjunto de la sociedad, así como en una educación pública y gratuita.
El contenido estratégico de la siguiente exigencia es la condonacion de las deudas soberanas, toda vez que tales deudas se deben a políticas fraudulentas basadas en el miedo de los mercados a perder poder, por eso transigieron en que Estados Unidos rompiera, unilateralmente y sin consultar a nadie, el sistema monetario y a partir de ahí desequilibrar los procesos económicos, que obligaron a los gobiernos a endeudarse, transfiriendo las deudas a las sociedades, a las cuales empobrecieron, mientras las socialdemocracias compadreaban con sus mercados, por tanto la lucha por la condonación de las deudas es la respuesta a más de sesenta años de paraísos fiscales -de robos a los ciudadanos del mundo, consentido por los respectivos gobiernos-, en la que los mercados han burlado a la sociedad, empobreciendola.
La tercera reivindicación estratégica es la exigencia de una moneda mundial, y es sin duda, la más problemática de justificar porque aparenta ser la más claramente justificativa de una cierta independencia económica y política, pero esto es solo en una primera apariencia, porque para que esto pudiera tener visos de realidad, sería preciso que las monedas tuvieran una referencia valorativa, con arreglo a un patrón común, vigilado por una autoridad independiente, pero en los hechos cotidianos, existe una moneda común, -dólar- que no tienen más control que el que conviene al dueño de la moneda, Estados Unidos,  que está en el fondo del ataque de los mercados al euro, y ha sido esta falta de autoridad independiente, la que ha permitido al entramado legal, el sistema, resistir todos los embates políticos y económicos al contar con los instrumentos de control, amañados por acuerdos y componendas entre bastidores, lejos de los focos que pudieran arrojar luz sobre la agenda oculta que se ventila en las reuniones formales, que sirven de coartada para imponer condiciones penosas a las personas, a los ciudadanos. 

 EL MOVIMIENTO... ES ... INTERNACIONAL

La causa más determinante de la madurez de una situación revolucionaria, o más exactamente, de que el sistema empieza a generar los elementos necesarios para alumbrar el cambio del modo de producción, por otro más acorde capaz de responder a las necesidades de la sociedad contemporánea estriba en el choque entre las viejas relaciones de producción y las nuevas fuerzas productivas, según el patrón descrito por un tal elemento llamado Marx, y este patrón de comportamiento, este choque entre las viejas relaciones de producción y la nuevas fuerzas productivas está comprendido desde la primavera árabe, al 15M y su increíble salto a Estados Unidos y Rusia, pero no es solo eso, es la sobrecualificación del trabajador medio, contratado por salarios de subsistencia, es un creciente malestar ante el descaro con que los dirigentes que imponen políticas de austeridad se regalan sueldos -honorarios- muy por encima de nuestras posibilidades, y este creciente malestar sordo, lastrado, contenido, es el que está haciendo saltar los movimientos sociales de un país a otro, porque las condiciones de miseria a la que los poderosos empujan a las sociedades, a la ciudadanía es el caldo de cultivo de este tipo de movimientos de respuesta, que se manifiesta porque hay una contradicción entre los órganos de participación política, sean estos partidos, sindicatos, parlamentos, en los que la realidad se detiene a las puertas de las organizaciones para que estas traten de los asuntos partidarios, elecciones, concejalías, vocalías, es decir, todo lo que ata al electo a una prebenda, o cuando menos, a una práctica política muy ritualizada, muy formal y muy alejada de las penurias y calamidades de la gente, por eso en las manifestaciones de este tipo se ven carteles y pancartas tan llamativas como “república del 99%”, “Rey y yerno: Cuentas, no cuentos, Sobre la ley, ni el rey”; “cómete a los ricos”, o lo que es igual, las causas a las que hacen oídos sordos todos, instituciones y partidos porque la política se ha ritualizado en una serie de ceremonias, juegos florales, que no se atreven a tocar al sistema para no ofender, no molestar.
No hay más que ver, que tipo de artículos aparecen en las revista de pensamiento de izquierdas para comprender lo alejado que está la vanguardia de ser capaz de alumbrar una política rupturista, es decir, proponer políticas que ataquen al sistema, tanto a la ideología como al modo de producción, que ataque el derecho de propiedad de los expropiadores, que ataque el intolerable cuento de la capacidad del mercado para autoregularse, menos mal, que todo un catedrático de economía dice que el negocio de la banca es crear deuda, pero no dice nada más, y que otro prestigioso profesional del ramo, explica que Draghi persigue abaratar el despido, y todo un peso pesado del socialismo dice que hay que reconocer que el programa que le ha dado la victoria a Hollande estaba más a la izquierda que el del psoe, pero no busquen en esas revistas explicaciones sobre el tema porque no las hay, por eso existe la primavera árabe, por eso existe el 15M y los diferentes occupys, porque los partidos y sindicatos perdieron su función de organizar la lucha contra el sistema, y las asambleas que se hacen en calles y plazas, en las que se trata de todo es precisamente la labor, que en tiempos de la transición democrática, se hacía en las fábricas y empresas, organizadas por los militantes de partidos y sindicatos, porque entonces, aún los partidos -el PCE- tenían un prestigio, que había que rentabilizar para tener un lugar al sol.

LA DIRECCION


El 15M se presenta como un movimiento abierto, plural, que cumplira un año el próximo 15 de mayo, pero si pretende que su nacimiento y permanencia cumpla un papel que facilite los procesos de cambio, de alternativa, que tenga una trascendencia capaz de conmover las bases del injusto capitalismo debe revisar los objetivos que lo alumbraron y que ha demostrado, con su salto fuera de las fronteras españolas, que el malestar es común a otras sociedades, porque los problemas son un calco, una copia, como no podía ser de otra manera, pues cuando se habla de globalización se quiere decir, también, que los problemas y las soluciones, tienen causas y raíces hundidas en lugares muy diversos y que el mal a extirpar es el mismo, por eso, si su extensión a saltado fronteras, debe, también revisar los objetivos, que por ser locales, ahogan y constriñen su desarrollo hacia horizontes más globales, y debería plantearse los objetivos que harán vacilar la estabilidad del capitalismo y su modo de producción de dinero, propugnando la lucha contra los elementos que hacen al capitalismo, prácticamente inabordable, el secreto bancario, el sistema financiero y el sistema monetario, asumiendo lo que las direcciones políticas, los profesionales y sobre todo, los partidos y sindicatos de izquierdas vacilan en denunciar, -erradicación de los paraísos fiscales, la condonacion de las deudas soberanas y una moneda mundial, controlada por autoridades independientes-.
Todos los flujos y reflujos electorales por los que está pasando la izquierda, sobre todo, en Europa, se deriva de la falta, o más exactamente, del abandono de la lucha frontal contra el capitalismo y su modo de producción, porque las sucesivas direcciones que han capitaneado a la izquierda desde los lejanos tiempos de Liebknecht y R. Luxemburg, se han adaptado a convivir con el capitalismo, como si este no tuviera fecha de caducidad, y esa fecha se le debe de poner ya, porque a mayor duración mayor sufrimiento, porque los nuevos inventos y los nuevos avances son la concreción de una fuerzas destructivas más terribles, porque el fascismo derrotado en 1945 se reencarno entre los vencedores.
Ante aquella debacle, en la que todos querían ser más patriotas que sus vecinos, todos se convirtieron en audaces asesinos a la mayor gloria de los capitalistas respectivos, y si en aquellos momentos una dirección política fue ejemplo de compromiso, esta fue la del naciente partido comunista, cuyos militantes fueron ejemplo de abnegación, y hoy, quien pretenda jugar el papel de dirigente para capitanear la lucha frontal contra el capitalismo, ha de ser capaz de demostrar compromiso indeclinable, irrenunciable, para enfrentarse al capitalismo, y eso significa señalar los objetivos y luchar fuera y dentro de los parlamentos por la erradicación de los paraísos fiscales, por la condonacion de las deudas soberanas y por una moneda mundial, porque este tipo de objetivos los enfrenta directamente al sistema sin posibilidad de compadreo que no sea la traición abierta, y de esta manera justificar ante la ciudadanía, ante las masas su decisión de ir hasta el final.
Esto es lo que debe ver la ciudadanía, las masas, la clase obrera, una línea política independiente, que proponga alternativas, claramente de clase, enfrentada a la burguesía, a los mercados, y esos objetivos son los que identificaran a una dirección.
jmrmesas
14 de mayo de 2012

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