miércoles, 28 de septiembre de 2011

SEPTIEMBRE NEGRO Y EL MERCADO EUROPEO

SEPTIEMBRE NEGRO Y EL MERCADO EUROPEO

El título puede confundir a algún lector recordando, tal vez la feroz represión del difunto Huseim de Jordania, que en los años setenta masacró a los palestinos, pero no es este el sentido con el escribo este apunte, si no el de acabar este difícil mes, que me ha apartado de la tarea de poner mi modesto esfuerzo contra el ataque de los mercados y los banqueros, que por causas ajenas a mi voluntad, han requerido mi tiempo, en otros asuntos de importancia estratégica para mi “industria”, más eso no significa que me sea indiferente la lucha del pueblo palestino, por el contrario, me alegro de que Mahmud Abbas, no haya cedido a la presiones estadounidenses y terminara presentando la petición, ante la asamblea general de Naciones Unidas, del reconocimiento de Palestina, como nuevo estado independiente, poniendo al presidente de Estados Unidos, en el trance de tener que decir diego, donde antes, dijo digo.

Lo que caracteriza los tiempos de agitación histórica, predecesores de cambios profundos, es la velocidad con la que se suceden los acontecimientos, y nadie podrá negar que los acontecimientos que están teniendo lugar, en todo el mundo no son sino síntomas que demandan decisiones, sociales y políticas profundas, so pena de terminar de pudrir una situación que requiere decisiones, que necesariamente han de tocar los intereses, pretendidamente, intocables de especuladores, banqueros y grandes industriales, es decir, del capital financiero, pero ese análisis necesario, se está traduciendo en ese debate sin dirección, que se produce en el seno de la sociedad, y del que están ausente los políticos, porque no se atreven a salir del discurso oficial, de que esta crisis es como otras, cuando en mi modesta opinión, el alcance y profundidad tienen la dimensión actual, y más específicamente, cuando las diferentes burguesías tratan de entenderse, estrujando al conjunto de la ciudadanía internacional con las políticas empobrecedoras de los recortes, recortes y recortes, no puede significar otra cosa que el sistema se encuentra en una disyuntiva de supervivencia vital.
Tiene que venir el joven émulo del veterano Soros, -Rastani- para decir lo que dicen otros, pero una forma despreocupada y brutal, como corresponde a alguien sin responsabilidad, sin más preocupación que la de forrarse, para decirnos una realidad descarnada, que Goldman Sachs gobierna el mundo, el mismo Goldman Sachs, causante, junto al Lehman Brothers, de la quiebra económica USA, el mismo banco que amañó la cuentas del anterior gobierno griego, y cuyo elemento encubierto, por el propio Goldman Sachs, fue el actual presidente del Banco Central Europeo -Mario Draghi, entonces dirigente de la división europea de la firma americana- destinado a suceder a Trichet, cuando finalice su mandato; tiene que ser un sindicalista, astuto y cauteloso, el actual presidente de la Confederación Europea de Sindicatos, y secretario general de CCOO, quien diga en un mitin que “no hay políticas nacionales”, pero no sea capaz de proponer una huelga general europea para hacerle saber a los “mercados” que los trabajadores europeos no serán la moneda de cambio para arreglar las cuentas dólar-euro, para decirles a los “mercados” que los sindicatos se movilizarán contra los paraísos fiscales, y no pregonarlo, simplemente en el mitin, sin intención de ir más lejos, pero todo esto que tendría que ser debatido con la intención de crear elementos de conocimientos porque si los políticos, al menos, de izquierdas, fueran conscientes de que una sociedad tan compleja como la actual no puede ser dirigida y administrada sin estar creando esos, necesarios elementos de consciencia que impulsen a una mayoría social a implicarse en la dirección y gestión de los asuntos comunes, entonces, por el contrario, serán las camarillas y las mafias quienes usurpen la dirección de la sociedad, en favor de intereses abyectos, cuyo objetivo es hacer dinero al precio de la vida de los ciudadanos, cuyo ejemplo más triste es Méjico.
ESTADOS UNIDOS DE EUROPA
Ya estamos metidos en la campaña electoral, y de todo lo que digo más arriba, es seguro, que ningún partido hablará; todos los expertos dan por descontado la victoria del PP el 21 de noviembre, pero, como digo, los acontecimientos se suceden velozmente y nada está escrito, ni de antemano decidido, y si fuese sincero el propósito de Izquierda Unida de elaborar un programa para sacar al país de la postración ante los mercados, debería de considerar que el programa no debería ser un programa de mínimos, tendente a llenar el espacio electoral, sino un programa de máximos, donde contemplara no solo la situación española sino la situación mundial y el papel de la Unión Europea en ese contexto, porque en el marasmo en el que se encuentra el mundo, una perspectiva de conjunto podría ser el desencadenante de una nueva situación; nada tienen que perder, y sí mucho que ganar, si en este contexto plantearan que ante la carencia de políticas nacionales, en el ámbito europeo, Izquierda Unida, propusiera, a los trabajadores del estado español ser los abanderados, en todo el viejo continente, de la lucha por los ESTADOS UNIDOS DE EUROPA, apoyándose en el enorme potencial socializador de un gobierno central europeo, que cortaría radicalmente las maniobras, mezquinas de las políticas de tipo merkelianas, porque si con la atomización nacional europea, la ciudadanía ha llegado a ser, bien que de forma inconsciente y difusa, el elemento que más relevancia ha tomado en el proceso de construir el mercado común, en una lucha decidida y clara por unificar Europa, impulsada desde la izquierda, la relevancia de los burgueses europeos retrocedería enormemente, aunque, formalmente siguieran teniendo un control, cada vez más vigilado y crítico.
Un programa de máximos, que abanderase la lucha internacional por la erradicación de los paraísos fiscales, verdaderos santuarios del terrorismo político-económico contra la ciudadanía internacional, que llevándose el dinero a los paraísos fiscales para no pagar impuesto, la burguesía mundial, ha terminado por crear un autentico poder político encubierto, capaz de dictar a los gobiernos democráticos, las políticas que les conviene a ellos, los “mercados”; un programa de máximos por el retorno del dinero oculto en los paraísos fiscales, para dedicarlo a la investigación científica a favor de la sociedad, a la enseñanza pública de calidad y a la economía productiva; un programa de máximos proponiendo la condonación internacional de las deudas soberanas, incluida la monumental deuda USA, sumando, de este modo a la ciudadanía estadounidense, cuyo exponente son los jóvenes neoyorkinos que ocupan Wall Street.
Interesadamente, expertos, economistas y políticos, hablan y no paran de los problemas del euro como si se debiera, solo y solamente al problema de diseño de la moneda, y no como de la feroz hostilidad del fuego amigo de la burguesía del complejo militar-industrial estadounidense, que viendo cuestionado el dólar en el mercado mundial, decidió atacar a la Unión Europea por el flanco más debil, la construcción política del mercado interior europeo el cual, en el actual formato, no tiene viabilidad, salvo la de seguir empobreciendo a la ciudadanía europea, entregándole dinero a los bancos para que se lo lleven a los paraísos fiscales, pero habremos de recordar, nuevamente, algo que expertos, economistas y políticos, incluidos los de izquierdas, olvidan: en 1971, Estados Unidos se salió, unilateralmente, del patrón oro, pactado en Bretton Woods, imponiendo su moneda, como moneda internacional, y si eso fue posible entonces, hoy las cosas han cambiado hasta el extremo que la globalización introducida por las fuerza productivas modernas, -los expertos lo llaman sinergias- hacen necesario una moneda mundial que posibilite una economía libre de tensiones innecesarias; un programa de máximos debería recoger esta necesidad, proponiendo una conferencia internacional que consensuara la adopción de una nueva moneda común para todas las naciones.
Probablemente, quienes piensen en el proceso electoral, solo en la posibilidad de conseguir algún escaño más en el parlamento, semejante programa de máximos, le pueda parecer descabellado, pero si se atienen a la procedencia de su origen y al deseo de transformar el mundo para dar paso a una sociedad más justa, si piensan en que este siglo que comienza puede ser el que ponga las bases del nuevo modo de producción, no antagónico, tal vez no considerasen, un programa de máximos una empresa descabellada, sino llena de sentido.


28/09/2011                                                  jmrmesas

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