domingo, 14 de agosto de 2011

JUSTICIA SOCIAL FRENTE A LA CODICIA DEL MERCADO



JUSTICIA SOCIAL FRENTE A LA CODICIA DEL MERCADO

La única codicia buena es la codicia de los banqueros, especuladores, empresarios, la trinidad resumida en “los mercados”; hay una codicia santa, la codicia de la santa iglesia romana, que allá por el 2008, creo, el “marzinkus” de turno se llevó a las arcas vaticanas 1000 kilogramos de oro, porque los brotes eran demasiado verdes, toda las demás codicias son malas y perseguibles, por supuesto, las de los que asaltan comercios para llevarse el movil o la consola para jugar, pero me parece a mí, que la visión del primer ministro de su majestad del Reino Unido es muy cínica y por descontado, la versión que nos ofrecen de los desordenes en Londres y otras ciudades inglesas, habrá que leerla muy bien, porque tal vez, la codicia legítima de los “mercados” esté en el fondo de los desordenes que se producen en el Reino Unido, probablemente extensibles al continente, si los “mercados” no se tranquilizan.

Qué esperaban los que critican las muestras de violencia de los jóvenes britanicos, un manifiesto reivindicativo contra el sistema capitalista, después de años de alienación consumista, de atacar las tradeunion, por que sus dirigentes eran comunistas, después de años de cantar las bondades del sistema, de glorificar a los triunfadores, por cualquier medio, y esa, ha sido la pauta que se ha seguidos, en todo el mundo, mientras se escondía a Marx, que ha dado la más certera descripción del comportamiento del capitalismo y sus momentos finales, porque se trata de esto, de las convulsiones finales de toda una época histórica, que anuncia su final, y a la que nadie quiere encarar para tratar de vislumbrar las señales, los síntomas del mundo nuevo que hay que ayudar a alumbrar.

Los economistas hablan como si esta crisis fuera una, entre otras, cuando es la crisis que nos está diciendo del agotamiento del modo de enfocar la economía, pero con todo esto y mucho más, lo que me intranquiliza profundamente, es el silencio de algo, que en su día fue la izquierda que lucha dentro de los sindicatos, y que tras casi cuatro años de crisis no tiene nada que decir, siguiendo con las pautas y movimientos que ha terminado por desacreditar la lucha sindical, con esas maniobras de convocar huelgas para desconvocarlas unos días más tarde; es como si en el fondo, hubiese una idea de que la situación terminará sedimentándose y que las aguas volverán a sus cauces, cuando ya no hay cauces por los que discurrir.

Creen los que controlan, o mejor, gestionan los asuntos cotidianos del día a día de la política mundial, que el presente siglo será como el anterior, cuando todo, en la nueva andadura del presente es completamente diferente del comienzo de la andadura del pasado siglo, porque en estos comienzos, el nivel y estructura de las fuerzas productivas es radicalmente distinto, comenzando por una ciudadanía que cada día es más descreída de los discursos oficiales, de cuyos contenidos intuyen, destinados a presentar una realidad deformada para que hagan dejación de sus funciones de fiscalizar al poder, discursos, que de antemano, se desprecian, porque se saben destinados a la desmovilización y aceptación del sistema, y como la alternativa no es fácil de diseñar, aceptan con una dosis de resignación los manejos del poder, pero cuando este persiste en seguir apretando, la furia se desborda, saltando al menor roce, por eso, ante la codicia de los mercados es imposible que la ciudadanía mundial permanezca, callada y sumisa, sino que debe reclamar para sí la parte de la riqueza a la que tiene derecho, porque es la que la crea; Europa se ha convertido en campo de maniobra de los especuladores que juegan a debilitar el euro, porque el euro simboliza la construcción de la unidad de Europa, y esta unidad es temida por la propia mescolanza de burgueses europeos que sienten, saben y temen que los pasos vacilantes que dan en la dirección de centrar las políticas financieras terminarán por demandar una administración central única, y eso se llama estado, y lo saben, porque un mercado nacional, común, que abarca un determinado territorio, históricamente ha necesitado de un estado para garantizar su viabilidad, su integridad y su funcionamiento, pero eso significa medidas tendentes a homogeneizar el conjunto social sobre el que se asienta ese mercado, al que el estado ha de dar viabilidad.

Las medidas tomadas en el ámbito financiero, para tratar, durante un período, de controlar la especulación, van a contener, mínimamente una situación que sigue teniendo los mismos problemas que disparó la crisis, y a los que no se le ha dado ninguna respuesta, porque hay que tocar los fundamentos del sistema, y esos fundamentos -un nuevo Bretton Woods- con una agitación social sin visos de calmarse es muy peligrosa, para la burguesía, porque la ciudadanía del mundo se sabe engañada y ninguneada, y si acepta resignada es porque desde ningún sitio se le ofrecen propuestas asumibles de futuro y de progreso, y la burguesía sabe que eso es jugar con la dinamita, y en este sentido, Europa es esencial, por eso, Obama y Bernanke se han reunido para tratar de la situación de Europa, porque acabar con la construcción de Europa, ahora, puede ser ese estallido al que me refiero cuando hablo de jugar con la dinamita.

Los burgueses europeos, urgidos por la voracidad de los mercados, han tomado estas medidas contra la especulación, pero los dirigentes políticos han demorado un plan estudiado -euopean new deal- creo que se llama, para combatir los problemas del euro, respetando, como no podía ser de otro modo, desde su óptica, el cuerpo doctrinal de los tratados de la Unión Europea, pero considerando los problemas de las deudas soberanas, el problema de la banca, y el problema de la falta de inversión, propuesta, que por lo visto cuenta con apoyos de un gran sector del establisment europeo, y al parecer el estudio es un buen paso en la dirección de atajar las causas de adopción del euro, sin haber acordado una previa política fiscal; el plan que reconoce que la política de rescates no es la solución, estudia medidas para relanzar la inversión productiva, porque sin empleo no hay posibilidades de progreso, no obstante sus cautelas, el plan parece muy estudiado para respetar el modo de funcionamiento de la UE, pero a mi corto entender cuenta con un escollo importante, que es el que la banca tiene que asumir un moderadísimo coste económico y otro escollo insuperable, por lo dicho anteriormente, y este es la falta de voluntad política de los dirigentes europeos para aplicar un plan, que inevitablemente da pasos tendentes a la centralización de las medidas de gestión y control, que terminarán en la construción de ese estado temido.

La teoría marxista enfoca el problema del estado, una vez que este deja de ser instrumento represor de la mayoría social, como una función que va perdiendo competencias en la medida que la gana la sociedad en su conjunto, por eso, a diferencia del anarquismo que preconiza la destrucción del estado, desde el primer momento, el marxismo pone el acento en el reforzamiento de la sociedad que es la que debe ganar peso político y social; modestamente creo, que la función del estado burgués, va más allá de la mera represión, por el papel jugado por los estados en la configuración de los mercados de los estados nacionales, en el proceso histórico (en este punto, los estudiosos profesores académicos, podrían señalar ejemplos, que para mí, resultarían laboriosos de reunir, empezando por buscar las fuentes), por eso creo, que los burgueses europeos, tienen su punto débil en el diseño de los mecanismos de control del mercado común europeo, porque comprenden, que en la actualidad, la constitución de esos mecanismos de control, imprescindibles para homogeneizar el espacio físico, humano, en definitiva, sobre el que se asentaría ese mercado, requeriría políticas que fortalecerían a la sociedad europea, debilitando, por el contrario, a las burguesías nacionales, las cuales deben de recurrir al populismo más básico para asegurarse una clientela política, que les permita medrar, y esto, ahora, en el momento en que la economía habrá de transformarse, en este acelerado proceso histórico, dando paso a una economía, que debe cambiar la composición del objeto producido, acentuando el valor de uso, sobre el valor de cambio, toda vez que la economía consumista no puede mantenerse indefinidamente, ese objeto producido, habrá de ganar en valor de uso en la medida, que la sociedad sea capaz de controlar la producción de la plusvalía producida, en el proceso social, decidiendo su distribución, y en ese sentido, el valor de cambio, dejará de ser el motor fundamental de la producción, porque una sociedad más informada y cultivada se convertirá en poder, cada vez, menos dependiente de interpretes, expertos y jueces.

La socialdemocracia, ya abiertamente, tras la revolución rusa de 1917, se convirtió el álter ego de la burguesía, por eso esta, está más familiarizada con la idea europea, pues prácticamente asume los intereses burgueses como aquellos que dan estabilidad y garantía a la sociedad, de un funcionamiento correcto, y cuando la situación demanda medidas duras, hablan de ser “responsables”, o de que “no me temblará la mano” al tener que atacar las condiciones de vida, precisamente de los que les llevaron a los gobiernos, porque en sus esquemas políticos, a la gran burguesía no se le puede obligar a cotizar, “mientras exista los paraísos fiscales” al otro lado de la frontera, y mientras no tienen inconveniente en remover el panorama internacional, pongamos, contra el terrorismo de los débiles, se muestran indolentes, contra el terrorismo de los poderosos, en cualquiera de sus variaciones, y mientras esto es así con la socialdemocracia, la izquierda proviniente de los restos del naufragio de los partidos comunistas, desprecia esta realidad, a la que se siente ajena, pero sin tomar ninguna decisión para cambiar esa realidad, porque no saben como conjugar su influencia en el seno del movimiento obrero residual, con una política abiertamente internacionalista de lucha contra el sistema, al que creen más fuerte de lo que en realidad es, por eso las sublevaciones en el norte de África y en Oriente Medio están pasando sin despertar ningún movimiento solidario y sin embargo Siria se está convirtiendo en el ejemplo a seguir por los poderosos, que se resistirán a sangre y fuego, a perder sus privilegios y a defender su codicia, porque Bashar Al Assad, está defendiendo su codicia, y todos nosotros nos sentiremos impelidos a hacer lo mismo que el pueblo sirio, si los mercados lograsen imponer su codicia por encima de las necesidades de los ciudadanos creadores de riqueza, que los “assad” del mundo se reparten.

Erradicar los paraísos fiscales. Retorno del dinero oculto para dedicarlo a la investigación científica, a la enseñanza pública y a la economía productiva. Condonación de las deudas soberanas. Una moneda mundial, esta es la trinidad para atajar la codicia.

14/08/2011                                               jmrmesas

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