jueves, 17 de marzo de 2022

LA GUERRA EN UCRANIA ES LA GUERRA DE CLASES

 



LA GUERRA EN UCRANIA ES LA GUERRA DE CLASES



ES EL SISTEMA EL QUE ESTÁ EN JUEGO

EL MODO DE PRODUCCIÓN TIENE QUE CAMBIAR



Los pueblos son prisioneros de las facciones políticas que toman las decisiones que todos pagan por los que aúpan al bando ganador. La guerra en Ucrania es consecuencia del despliegue de medios políticos, financieros e ideológicos que EEUU volcó cuando albergó la idea de fracturar Rusia, conscientes del escaso tiempo del que disponía el sistema.



La participación de EEUU en el golpe de estado de 2014 contra el gobierno del oligarca Yanukovich, fue percibido, no solo por las provincias prorusas de Donetsk y Lugansk como una negación de lo que supuso la lucha contra el fascismo, contra el nazismo contra el que lucharon sus mayores. En realidad fue percibido en todo el ámbito exsoviético como una humillación bendecida, incluso por la Unión Europea, construida para impedir la vuelta, al viejo continente, del fascismo, lo cual encerraba y encierra una contradicción irresoluble.



No hay más que constatar como se agrupan las fuerzas presentes en la confrontación para darse cuenta que esta guerra es solo un nuevo reparto del mundo, como calificó Lenin a las guerras imperialistas, y esta es una guerra entre imperios depredadores.



Toda la burguesía mundial (especialmente de EUropa) agrupada tras el imperio explotador y depredador que representa el complejo militar-industrial de EEUU, a las ordenes de Washington



Todo lo que pueda representar freno e inmovilismo, tras la oligarquía financiera que representa la neoburguesía rusa, apropiándose tramposamente de la riqueza generada por el pueblo soviético, que fue apoyado, no lo olvidemos, por los trabajadores del mundo, como se demostró en la segunda guerra mundial, en la que las resistencias, maquis y guerrilleros, minaron eficazmente al nazismo, al fascismo, instrumentos imprescindibles del capital financiero internacional.



La guerra que se lleva a cabo en el territorio de Ucrania, EUROPA, es el territorio propicio en el que la burguesía mundial, que encabeza y dirige Estados Unidos de América del norte encuentra adecuado, cuando se trata de repartirse el mundo. Europa expresa de modo inequívoco la balkanización de un continente, con un origen común, en cultura greco latina y religión católica, cuya separación comenzó cuando el imperio romano se encontró incapaz de imponer gravámenes, tasas, impuestos a los ricos hacendados para seguir manteniendo en funcionamiento, el hasta ese momento, un imperio generador de justicia y cultura.



Las luchas internas rápidamente dieron lugar al nacimiento de tres Estados nacionales, Francia, Inglaterra y España. Los príncipes franceses, sin olvidar su territorio se confrontaron con italianos y alemanes, muy aferrados a la seguridad que suponía Roma y afanados en querer restaurar la unidad que fragmentó Constantino llevándose la capitalidad imperial a Bizancio, ahondaron cada vez más las fracturas.



Fue el esfuerzo por levantar el nuevo imperio romano, el Sacro Imperio Romano Germano, que impidió la consolidación de los Estados nacionales de Italia y Alemania, y este no comenzó a ser viable hasta que España terminó por conquistar la península ibérica en manos del Islam, pero entonces, ya comenzaba otra época, estaba naciendo un nuevo modo de producción que exacerbaría las contradicciones, las ambiciones sociales y políticas y las fracturas nacionales.



Ese modo de producción que nacía en el siglo xvi, que la historia lo describe como las luchas de religión entre la Iglesia católica y el protestantismo y que España quiso recomponer (el sacro imperio romano germánico), con la oposición de los Estados consolidados de Francia e Inglaterra, tiene una descripción lúcida cuando Marx ve las guerras de religión y las describe refiriéndose a Inglaterra con la expropiación de los pequeños agricultores, que dio lugar a lo que él llamó el nacimiento de la acumulación originaria, ha llegado ya a la obsolescencia, está caduco después de cinco siglos de esclavización, guerras y rapiñas, y esto que el sistema y sus dueños saben, ha ido configurándose pasando por diversos episodios, de los cuales, la pandemia del covid 19 forma parte determinante, como antes formaron episodios constitutivos el 9/11 con la demolición de las torres del WTC, así como la contaminación y putrefacción del planeta, por la ambición luciferina de querer apropiarse, una minoría irrisoria, de las riquezas del mundo, mientras a la humanidad en su conjunto, se la expropia, se la contamina y se experimenta con ella porque la izquierda perpleja ha pedido el norte de su razón de ser que no es otro que el de poner en común la riqueza generada por el conjunto de la humanidad pero que se reparten un puñado de plutócratas.



CONSECUENCIAS



Si dijera que todo lo sucedido es así por el abandono de la izquierda de sus principios de solidaridad, de justicia e internacionalismo militante, parecería algo estúpido, irreal, idealista y sin embargo es muy atinado porque la falta de una organización centralizadora de esfuerzos materiales, ideológicos, políticos, de acciones militantes concretas, ha minado la confianza de los obreros como sujeto político enfrentado en disputa con la burguesía, pues esta sí está organizada y estructurada como clase, mientras la clase obrera ha desaparecido como sujeto político y los obreros están huérfanos de dirección intelectual ideológica y políticamente, por tanto sus acciones de protesta son integrables y digeribles por el sistema, en el que se disuelven.



Así pues,todo lo que ocurre tiene su raíz en ese abandono de la izquierda de sus principios de acción política, claramente enfrentada y en disputa con la burguesía, contra el capital financiero mundial, luchando por el socialismo con propuestas concretas portadoras del mensaje de una sociedad alternativa a la de ellos, de la que ha desaparecido el ser humano, y solo queda, la ganancia, el lucro personal y el dinero. Porque seducida por la apariencia de calma y de derechos políticos, vacíos de hecho, de contenido, porque sin capacidad económica que asegure una vida digna, solo se puede sobrevivir, a trancas y barrancas, la izquierda a desaparecido y no ha sabido responder ante los acontecimientos sobrevenidos. No supo responder a la desindustrialización de los Estados, ni en Europa, ni en USA. No supo responder señalando a los autores de la demolición del WTC el 9/11. No supo responder ante la crisis económica de 2008/09. No supo responder ante el hundimiento de la URSS controlado por los burócratas estalinistas reconvertidos en neoburgueses. No supo responder ante el ofrecimiento de Gorbachov de hacer del continente euroasiatico un continente desmilitarizado, desOTANizado, desnuclearizado, desde el Mediterráneo al Ártico. No supo responder ante el covid 19, una pandemia diseñada como parte de la guerra híbrida, cuando rastreando sus victimas se podría determinar el origen sus autores y sus financiadores.



Rusia hizo propuestas para evitar esta guerra, pero desde ese momento, y pese a las promesas hechas por los dirigentes de entonces, de la Unión Europea, de Estados Unidos y por la OTAN –1989–, casi desde ese momento, desde Clinton, se empezaron a burlar los acuerdos, llevando a todos los países que se acordaron excluir, cuando la propia OTAN había aceptado que incluso si Alemania se reunificase, los límites se quedarían en la antigua frontera alemana. Rusia tiene razón en querer evitar que EEUU disfrazado de OTAN le coloque los misiles en la puerta de su casa, aquella casa EUROPA, que los burgueses despreciaron.



No sabremos si la guerra terminará arrastrando a todo el continente pero Rusia evitará que las armas atómicas del Pentágono se las pongan en sus fronteras y a Putin es posible que sus sueños de revivir una Rusia imperial, le fallen y se encuentre con una Unión de Republicas Socialistas Soviéticas renovada sobre bases sociales abiertas y democráticas que les exijan a los oligarcas, cuentas de sus fortunas malversadas, porque a los rusos y a los otros pueblos que fueron partes de la ex URSS, no le llegan ni lujos, ni beneficios.



Existe un movimiento en todas las repúblicas que fueron partes de la URSS un sentimiento de decepción al comprobar que todo aquello por lo que lucharon sus padres y abuelos se convierte en almoneda y les disgusta y les desgarra una lucha entre hermanos llevada acabo por los ucranianos del fascista Stefan Bandera, que Estados Unidos alentó y fomentó. Sus tácticas de combate es llevar la batalla a los barrios humildes, escuelas y hospitales, para que los rusos carguen con la responsabilidad de las bajas, que los medios burgueses magnifican. Y para más y mayor escarnio, los sindicatos obreros, no distinguen.



jmrmesas

diecisiete de marzo de dos mil veintidós

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