martes, 29 de diciembre de 2020

PERVERSIÓN

 





PERVERSIÓN



Los lectores que me sigan pueden comprobar que mi posición no es improvisada sino que la voy ajustando de acuerdo a la información que puedo obtener en cada momento, algo que ahora, por añadidura está justificado por el aislamiento impuesto por la pandemia construída por los diseñadores de futuro a sueldo del capitalismo tipo Blackrock, que es el dominante, pero a pesar de ello, el hilo argumental, mi hilo argumental, está recorrido por la percepción de un cierto derrumbe, una cierta descomposición del mundo tal y como la hemos conocido los más viejos del lugar, entre los cuales me cuento, salvedad hecha de fusiladores de mierda ansiosos y pandemias inventadas a la mapor gloria del capitalismo financiero.


Desde el principio, percibí que el duelo de la subida de aranceles entre USA y China no podía estirarse indefinidamente y que esa dinámica se rompería por algún lado —la cadena siempre se rompe por su eslabón más débil— y este lado fue una declaración de guerra no escrita, una declaración de guerra cobarde, clandestina, taimada, no contra China, no contra Rusia, fue una declaración de guerra contra la gente pobre, contra la gente que ha de aceptar las condiciones de contratos que nunca escribe pero que deben aceptar, de todas todas, si quieren seguir existiendo, aún a costa de la vida.


Esta declaración de guerra solapada estaba destinada a encubrir ese final del mundo–¡Arrepentíos pecadores!–, tal como lo conocíamos los más viejos del lugar, que era el final de su mundo, en el que se derrumbaban todos los presupuestos ideológicos, políticos, y sobre todo, económicos, construidos al rededor de un crecimiento sin soporte material, definido solo por la capacidad de conseguir endeudar a todos las personas individuales, jurídicas incluídos los propios Estados nacionales, porque lo que contaba y cuenta era, son, los balances financieros, en el que los números crecen, ganan relieve pero las personas retroceden y no cuentan, porque era una mentira en la que se empeñaban en vendernos el final de la crisis de 2008, cuando se surfeaba la pavorosa ola de otra crisis financiera más agresiva porque atacaba a la vida misma, mientras se disimulaban sus efectos inyectando dinero sin más respaldo material que el ejército USA, sostenido por ese mismo papel, dólar, que es la MAGAgica economía, que han sostenido todos los burgueses del mundo.


Naturalmente, esto es así, no por que yo lo diga, yo, más bien los intuía, pero no podía demostrarlo porque eso entraña el análisis de un enorme montón de datos y metodología comparativa fuera de mis alcances, sin embargo, economistas vigilantes y estudiosos del sistema, sí lo sabían aunque solo se limitaban al estricto contenido económico, como ha sido el caso de la organización CADTM, de la que es miembro Eric Toussaint, que participó en la auditoría de la deuda de Grecia, y estudiosos como Michel Roberts, cuyo estudio sobre la caída de la tasa de ganancia, decreciente desde 1920 a 2020, es suficientemente explicativa del agotamiento del capitalismo.


Se suele decir que el demonio sabe más por viejo que por demonio, lo que significa que aquellos que han vivido una larga vida con una curiosidad atenta pueden atesorar una experiencia, que en ocasiones puede suplir la falta de estudios específicos. Naturalmente esto no es una justificación para no estudiar, ni para avalar la suma de años como fuente de conocimiento, pues esta por si sola no acredita experiencia, la experiencia es el resultado de experimentar situaciones que obligan a extraer conclusiones, más bien de fallos que de éxitos (el éxito es un nárcotico que mata –morir de éxito–), es más bien un llamado a que el lector medite lo que dice un viejo por el hecho de tener una determinada experiencia, dado que lo que pueda decirse, se apoya en argumentos verificables, son opiniones que pueden aportar una perspectiva, que otros no dan, porque como a tantos otros, no les llegan datos directos, y los indirectos son siempre muy opinables, sin embargo la ciencia jurídica se apoya en razonamientos basados en indicios y otro tipo de señales indirectas que tratan de apoyar las tesis que se ventilan en un juicio, en un debate.

Que a estas alturas de los tiempos haya aparecido una pandemia que se ha extendido a los países más capaces de generar respuestas políticas al poder omnimodo de una élite tutipotente es algo altamente curioso porque esa élite ha dirigido y sigue gobernando el timón de una nave llamada Tierra, y esta empieza a mostrar alarmentes señales de peligro y ante el temor de sublevación de una tripulación que no confía en la capacidad del capitán, este decide castigarlos “porque yo soy el que puede salvar la nave”, y este que ha sido siempre el discurso elitista de los que confían en la fuerza de un ser providencial, de los que desconfían de la comunidad, de la fuerza organizada de la comundiad, del pueblo, de la humanidad, una fuerza natural a la que la élite se esfuerza en mantener dispersa, átona, sin fuerza, dividida y parcelada, la élite, el complejo militar industrial de EEUU, a los que los burgueses del mundo otorgaron capacidad de decisión porque temían a la humanidad que empezaba a organizarse en un ente llamado URSS, hizo y deshizo, y en este queahacer, el capitalismo financiero, ha ido agotando a la naturaleza, a los seres humanos y crispando a la sociedad exprimiéndola porque su objetivo ha sido y sigue siendo cuadrar su balance económico, por encima de los seres humanos, por encima de la sociedad, por encima de la naturaleza, es decir, contaminandolo todo, y al hacerlo el modo de producción de mercancías ha ido perdiendo eficacia en el sentido que yo entiendo el concepto de modo de producción descrito por Marx (disposición de recursos, medios y fuerzas productivas capaces de impulsar a la humanidad hacia adelante).


Que esto que yo entiendo pueda ser entendido, compartido, es altamente discutible. Que sea cierto podría serlo de igual modo, sino fuese por los hechos y ahí están los datos, y estos son verificables y atruibuibles a causas que llevan a conclusiones.


En lo tocante al modo de prodcción están los datos de los estudiosos del sistema, que aunque se cuiden de no señalar abiertamente a la caducidad, obsolescencia del sistema, demuestran con estudios que el sistema está en declive porque en los últimos cien años, la tasa de ganancia del capitalismo es decreciente. ¿Y qué es la tasa de ganancia?


A falta de que personas más cualificada se digne explicar a la gente corriente este entuerto correré el albur de meterme en camisa de once varas, intentando hacer entendible tan enrevesado asunto. Se que hay economistas comprometidos con la defensa de los más débiles, pero tal vez crean que este tipo de datos carece de valor para iluminar el afán reivindicativo en pos de una sociedad más equitativa, más homogénea en todos los sentidos, relacionados con las posibilidades materiales de asegurar la existencia. La tasa de ganancia del capital es la cantidad de plusvalía obtenida por un deternuado capital invertido en función de la cantidad de fuerza de trabajo (tragajadores ocupados), en un periodo de tiempo dado, y como esta es decreciente significa que para obtener la misma cantidad de plusvalía en un mismo periodo de tiempo, la cantidad de capital fijo invertido ha de ser mayor, y así cada vez, y puesto que la población crece, los recursos son limitados, el modo de producción, heredero de los anteriores modos de producción, arcáico, esclavista, feudal y actual (modo de producción de mercancías), pierde eficacia y se abre, se quiera o no, sea ordenado o desordenado, sin dirección, un debate sobre como emplear recursos, medios y fuerza productiva para conseguir que el planeta y su VIDA puedan ser garantizados por una mejor gestión de esos recursos, medios y fuerza productiva, y eso implicará por fas o nefas una revisión profunda de todas las condiciones sociales que implicarán a la superestructura jurídica y política, es decir, a las rozones políticas, júridicas, filosóficas, sobre las que se asienta una sociedad, cada vez más interdependiente.


La naturaleza de que esta crisis no es como las otras, pues esta es tal que implica esa interdependencia entre países y culturas, es decir, de clases sociales, lo demuestran algunos datos.


El primero y más conocido está siendo el periodo abierto por la elecciones presidenciales de EEUU, en la que la clase dirigente, el complejo militar industrial está seriamente recorrido por el enfrentamiento de su élite, entre los seguidores del presidente perdedor, per de dor, que no vacila en comprometer la ya dudosa credibilidad de EEUU como estado de derecho, animando a un golpe de Estado interno, bananero, que es la expresión de la división social estadounidense, homogeneizada esta, hasta ahora por la industria del los medios de informació –bulocráticos–/–fakenews– y la industria de las teleseries, que presentan una sociedad con fisuras, rapidamente soldables por la bala amiga de primero dispara y luego pregunta, hasta ahora, y en esto llegó Fidel, perdón, desvarío, llegó la pandemia salvadora ¿De quien?, ¿de los pequeños negocios?, chalaneados al alimón entre el presidente del Senado y la presidenta de la Cámara. Por el presidente perdedor, que se resiste a poner en marcha un alivio de la pandemia, por aquello de para lo que me queda que estar en el convento... …


Vivimos tiempos de cambios, que tendrán que ser profundos, para bien o para peor y eso dependerá de lo que los fabricante de cuentos, mentiras, miedos y muerte sean capaces de colar su relato, o que otro tipo de relato se abra camino.


Todos los que están relacionados con el intríngulis de la economía —que siempre es política—, las decisiones cruciales, saben que la nueva normalidad será muy anormal, y si como vaticinan los expertos, el dólar se desmorona, el predominio de EEUU se desmoronará con él, y en el que se intentarán todo tipo de suertes porque hay un temor de las burguesías medianas y menos medianas de ser muy conscientes de tener que rendir pleitesía ante un coloso industrial diferente del que, con el que hasta ahora han tratado, y eso les abre las carnes.


ESPAÑA

EL IMPERIO DONDE NO SE PONÍA EL SOL


¿Vale de algo la aportación de Marx en la ciencia social?, si es relevante, ¿en qué sentido lo es?, y si no lo es, puede ser absolutamente prescindible porque el marxismo no es una religión, es un método de análisis, ¿una filosofía?, una concepción derivada de la importancia de las cosas que imponen comportamientos, a veces indeseados.


Las fuerzas productivas, esa simbiosis entre los comportamientos humanos, los objetos de los que estos se dotan en su quehacer vital y la fuerza que imponen dichos objetos configuran una determinada estructura económica, que no es inmutable pero que al componer, digamos contando con la benevolencia de los inteligentes lectores, el espíritu, que no el cuerpo, de la sociedad, este ente inmaterial—superestructura—tiene el peso material de una montaña, que permanece casi intacto asentando privilegios de los poderosos, mientras, a penas se maquilla algo para conformar a los pueblos, recien elevados—historicamente—al grado de personas, ciudadanos libres pero encadenados a deudas de por vida, y es aquí donde cobra sentido la perspectiva marxiana porque, entiendo que las fuerzas productivas imponen su realidad material, en foma de aviso a navegantes, para que tengamos en cuenta su poder demoledor de imperios, no solo romano y derivados, por ejemplo, soviético y español, para la mayor gloria del sufrido, abnegado, y promicuo pueblo español (la limpieza de sangre siempre ha sido justificación del latrocinio de los ricos), el imperio —imperialismo—del capitalismo, inglés, primero, yanqui después, ha sido, es esquilmador, exprimidor de la naturaleza, exprimidor de pueblos, aniquilador, porque no comparte, solo atesora, como la urraca, todo lo que brilla, su poder está sostenido por el afán acumulador, acaparador, por su capacidad de encadenar a personas y pueblos por los grilletes de las deudas reales e inventadas que ahogan con la lentitud necesaria para satisfacer la deuda pendiente.


Decía que los imperios se deshacen porque dejan de ser herramientas útiles en el quehacer de la humanidad, porque existe la humanidad, el individuo social que ha de entender y crecer (el afán divulgador de tanto youtuber, sobradamente preparado debe tener algún sentido profundo, cuando se vulgarizan las disciplinas científicas), pues de lo contrario sería cierto el cuento del pueblos elegido ¿Por quién? ¿Por qué? ¿Para qué?, impiendo unas élites que justifican y son guardadoras de las esencias ¿Cuales?


Cualquier persona curiosa puede comprobar, sin necesidad de remontarse a muchos siglos atrás como en el siglo xx los inventos y descubrimientos científicos han generado tecnologías que se ha incorporado al proceso productivo casi inmediatamente, en mi discutible opinion la estructura economica de la sociedad, ha mudado, a lo largo del siglo xx lo menos cada veinte o treinta años, lo que debería significar, cambios profundos en el cuerpo productivo (demoledor de imperios) mientras el espíritu de ese cuerpo (superestructura jurídica, política, religiosa, filosófica, ética y estética) genera tensiones al no acompasar las fuerzas generatrices de esos comportamientos éticos y estéticos, filosóficos, religiosos, políticos y júridicos, y aunque estos comportamientos son exportables, porque los humanos somos semejantes, copiotas (de copiar), nos cuidamos de admitirlos presumiendo de originalidad, aunque los testarudos hechos lo desmienten, es decir, seguimos copiando y para demostralo ahí está la prueba de un grupo de militares traidores pidiendole al perdor Trumpe un golpe de Estado... en España.


Hace falta ser más traidor, patriota de mierda, vendido, al imperialismo depredador del planeta, pues sí, así ha sido hecho por un grupo de militares en activo, ¡del ejército español!, y es una exigencia ciudadana que sus mandos militares, y la ministra de las fuerzas armadas españolas ponga a ese grupo bajo arresto y que sea expedientado y juzgado, porque ese grupo apoya a los generales retirados, instigantes de querer fusilar a 26 millones de españoles. ¿Que habrá movido a este grupo de gente de armas a proponer que el ejército de EEUU, invada la capital del Estado español? La propuesta es cobarde de tirar la piedra y esconder la mano, hasta al golpista Tejero le daría vergüenza una propuesta así, casi estaría por apostar que no la suscribiria. Durante la campaña electoral del presidente perdedor Trump hubo un mando militar estadounidense que se comprometió a mover las fuerzas si Trump se resistía a entregar el poder si perdía, porque la soberanía del pueblo es inviolable y hete aquí a un grupo de militares españoles desleales, que piden a otro ejército que de un golpe fuera de casa. Aparte de cobardes, vagos.


Esto quiere decir que en último término hay identidad de intereses, ¿sentimientos? ¿valores compartidos? ¿Qué valores?, es decir, los hechos parecen demostrar que, en realidad, existe la aldea global, solo que los poderosos quieren y dicen que cada uno en su casa y Dios en la de todos, es decir, las patrias, cuanto más chicas, más manipulables, que puedan concordar con los pueblos elegidos. Farsantes, falsantes.


Esta forma mía de razonar, esta argumentación la percibo apartir de mis lecturas marxianas, pues entiendo que el marxismo no es solo una manera de entender los macro balances, es una manera de entender como esos balances, la fuerza de las cosas, imponen comportamientos humanos, casi sin ser consciente de la fuerza de esas cosas, por eso los economistas marxistas reducen el marxismo a los balances y hemos de ser los aficionados, espontáneos tirados al ruedo de las explicaciones mientra los doctores esperan sentados el paso del cadaver por delante de su casa.


En definitivas, esta crisis económica, disimulada por la pandemia construida adrede para disimlar el agotamiento del capitalismo como modo de producción inútil ya para hacer avanzar a la humanidad en su conjunto, no a un pueblo elegido, ni siquiera al pueblo de los fabricantes de pandemias, que está pagando el precio de primar lo privado sobre lo público, está pagando el precio de hacer creer a sus ciudadanos que todos pueden ser millonarios, y por lo tanto, apañatelas como puedas porque la teta del Estado solo es chupable para los blackrockistas de toda la vida, y está campaña electoral de EEUU que ha destapado todas las maldades de los que priorizan la riqueza sobre la vida es puro fetichismo, el paradigma de la perversión que como es sabido de todos es la utilización de algo que se usa con un fin diferente a su finalidad objetiva, y el modo de producción de mercancías ha dado todo lo positivo que podía dar, la madurez de las fuerzas productivas, regadas estas con dos guerras mundiales, una montaña de latrocinios de pueblos, devastación de selvas y territorios, y además, una pandemia de diseño y la promesa de otras venideras, certificando su ignominioso fin, eso sí, llenando sus arcas hasta el previsible hundimiento del dólar, pero mientras no se abra una alternativa clara el capitalismo seguirá geriatrizado, animado por los pronosticadores de pandemias como Bill Gates, cuyo emporio informático quiere informatizar el ADN, convirtiendose en dueño y señor de la vida en la tierra.


La alternativa ¿Cual es la alternativa? La historia se toma su tiempo, su reflexión, sus revueltas y unos pueblos se agotan y otros se renuevan. Al alemán Humboldt le sorprendió la alegría de los pueblos españoles de América, la esplendidez de la retribución del trabajo asalariado ¿Y no sería posible un despertar del pueblo iberico? Un pueblo de casi mil millones de hablantes nativos, más con portugueses y brasileros, puestos en pie dispuestos a construir un futuro esplendoroso, compartido, amable dispuestos a desentrañar los misterios del Universo con el patrimonio común del genero humano, no de ningún pueblo elegido. Tenemos no solo un idioma común, una historia compartida, un folclore impresionante para llenar varios mundos, alegrándoles y emocionándoles, contamos con la eficacia organizativa de Cuba, con la lealtad inquebrantable de Puerto Rico, con el valor de los mejicanos dispuestos ha hacer pagar el latrocinio de los dirigentes venales, con el valor perseverante de los jóvenes chilenos, con la obstinación de los bolivianos por hacer respetar su justa elección, peruanos, colombianos, venezolanos, argentinos, paraguayos, uruguayos, filipinos, melillenses, ceutíes y españoles peninsulares. La llave para abrir ese futuro sería la construción de una Unión de Repúblicas Socialistas Ibericas que sería contrapeso de las decisiones aventureras de un mundo que se desmorona,


El mal comportamiento no es tanto una actitud personal sino la derivada de un modo de producción que prima al objeto, la cosa, en lugar de poner al ser humano en el centro, en aquello que tiene valor por si mismo, por eso es prioritario acabar con este modo de producción capitalista si queremos una humanidad más justa y amigable. Es lo que me esfuerzo en verter en mis apuntes, que abordo con la mejor intención y la mejor inteligencia de la que soy capaz en el momento de hacerlo


El futuro esplendoroso puede ser nuestro porque el que nos pintan los constructores de pandemias es muy tétrico, tenebroso, así que todo está por ganar.


Para terminar animo a todos los que quieran a vacunarse a que lo hagan poque tendrá alguna efectividad, si así no fuese, sería monstruoso, y las empresas del big pharma no comprometerán su credibilidad hasta ese extremo. Por mi parte asumo mi suerte y correré el destino que me toque.


Hagamos que el próximo año 2021 sea mejor que el fatidico 2020 que estamos a punto de cerrar.

Feliz año para todos


jmrmesas

veintinueve de diciembre de dos mil veinte.







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