ESPAÑA 9/11
EL ISLAM COMO EXCUSA PARA ENTENDER EL
TERRORISMO COMO
SUBSTRATO EN EL QUE BASAMENTAR LA REPRESIÓN DE
LAS LIBERTADES
POLITICAS
En mi discutible parecer, analizar el atentado
de Las Ramblas como el choque de civilizaciones entre Oriente y
Occidente – islam vs cristiandad – es también, altamente
discutible porque lo que sigue estando latente es la perdida de
utilidad social del capital financiero (modo de producción de
mercancías) para responder a las necesidades de la humanidad en esta
etapa de la historia. Ese debate sigue estando pendiente y
conscientemente cegado y segado porque es el que podría arrojar luz
sobre las alternativas posibles para una humanidad, cada vez más
expropiada.
Me parece conveniente recoger las condolencias
de la Comisión
Islámica de España, expresada el mismo día del atentado
porque el Islam no es un bloque monolítico (ni siquiera la propia
Iglesia Católica lo es como proponen los teólogos de la
liberación), mucho menos el Islam, carente de un centro mundial que
imparta doctrina, por eso me parece conveniente esta introducción
porque la proliferación de atentados islamistas son imposible de
entender desligados de una política que los sustenta y que tiene
profunda vinculación, en mi discutible opinión, con el punto de
inflexión del modo de producción de mercancías y la previsión
de la burguesía dominante en el intento de redefinir el sistema.
El Islam se ha convertido en un fácil elemento
de manipulación al carecer de esa estructura jerárquica que imparta
doctrina y por tanto avale y certifique, o por contra, condene y
repruebe la vinculación del yijadismo político con los atentados
cometidos invocando al islam, porque las organizaciones que se
definen islámicas no todas avalan el terrorismo, y los terroristas
que cometen atentados son instrumentalizados por fuerzas y elementos
que no quieren explicar a quienes quieren beneficiar, por eso
artículos como el de esta señora, sí
son de incalculable utilidad, porque arrojan luz sobre las
interesadas y espesas tinieblas que dificultan el funcionamiento del
capitalismo como sistema totalitario, más allá del mero
funcionamiento económico.
El
punto de inflexión del sistema
se situaría (yo lo situaría) en ese momento donde el parámetro que
utiliza Oxfan para medir la distribución de la riqueza establece sin
ambigüedad que para igualar la riqueza de las cien personas más
ricas había que reunir a la mitad de la humanidad más pobre, es
decir, el modo de producción mercantil beneficia a una reducida
élite – 100 personas –, y ese momento quedó
atrás,
en
el siglo xx,
quedando claro que toda
la potencia productiva del planeta beneficiaba a un reducido ámbito
de poseedores,
propietarios de medios de producción, mientras que la mayoría
social obtiene migajas para sobrevivir, y
las consecuencias de este vuelco no podía ser ignorado por los
beneficiados banqueros,
grandes capitalista y sus estrategas.
Este
parámetro, que
suele olvidarse
sistemáticamente, no hace más que concentrarse año tras año y el
ultimo informe Oxfan presentado a principios del año actual, decía
que había que reunir algo más que la mitad de la humanidad más
pobre para igualar a las ocho personas más ricas (8 = +
3 500 000 000).
Matemáticamente, si existiese el libre mercado
competitivo, la distribución de la riqueza de un sistema que
funcionase con una alta probabilidad azarosa, podría tener como
gráfica aproximada una curva de Gauss, pero según la creciente
acumulación y concentración de la riqueza, me hace suponer que tal
concentración y acumulación está determinada por una increíble
batería de acuerdos políticos que regulan la banca – acuerdos
Basilea y SWIFT–, el comercio – WTO –, y un etcétera amplio y
muchas veces, opaco, vaciando de contenido las instituciones
oficiales, la misma ONU, en favor de cenáculos donde se pactan los
acuerdos que luego se bendicen en esos organismos oficiales, ya
limadas todas las asperezas, es decir, el mundo está sólidamente
estructurado por el superimperialismo que converge en la sucesión de
cumbres oficiales y oficiosas y actualmente el pulso entre la
burguesía del complejo militar industrial de Estados Unidos, y las
burguesías de las potencias emergentes es el principal problema.
Que España no esté directamente implicada en
la guerra de Oriente Medio – Siria, Iraq – no es obstáculo para
estar a salvo de atentados terroristas porque, según el punto de
inflexión, al sistema le preocupan los países y Estados en
función de la capacidad de alterar su orden, y el sur de Europa
– Francia, Grecia, Italia – y en concreto España estaría en esa
vía, por eso, un gobierno tan tocado por la corrupción – Rajoy y
la Corona – se convierte en interlocutor fiable del sistema, y por
eso, la posible confluencia entre Podemos y el PSOE de Sánchez
despierta profundo temor en el sistema, no porque pudieran
hacer propuestas inasumibles sino porque existe una sociedad
profundamente atosigada y deslavazada y un gobierno de izquierda,
mínimamente coherente podría catalizar el hartazgo social y
político, por eso se trata de desviar la atención de
la sociedad del funcionamiento profundo del sistema,
que alimenta el terrorismo mientras pone el foco sobre el Islam, por
eso, artículos como el de la señora Armanian, o este
otro del señor Piqueras, aclaran la mirada, para
comprender que el capitalismo no se reduce a la economía sino a una
concepción del mundo, aunque, interesadamente, se parcele en
diferentes aspectos, siempre presentados como sin relación, sin
continuidad.
Cuando
quedó claro para el sistema (la burguesía USA, el complejo militar
industrial organizado en esta bien estructurada red –they
rule–)
que la deriva del capitalismo era insoportable desde el esquema
trabajo,
empleo,
consumo
(según la evolución del discurso marxiano M-D-M {producción
manufacturera}›–›D-M-D{producción
industrial}›–›D-D(m)-D¹{producción
para la especulación}),
esta se vio en la tesitura de tener que inventar un medio para evitar
perder el control de la marcha del mundo. Era necesario un plan, y se
pusieron a la tarea de crear los medios y autores como Fukuyama (El
fin de la historia), Huntington (Choque de civilizaciones), Naomi
Klein (La doctrina del shock), contribuyeron, tal vez,
inconscientemente a proporcionar el argumentario para la puesta en
escena de una magna red stay
behind,
ya ensayada en Europa por la OTAN y los servicios secretos que la CIA
coordinaría, pero esta vez comenzaría por Estados Unidos para dar
autenticidad al plan con un símbolo claramente emblemático, el
complejo de negocios del comercio mundial, el WTC de Nueva York.
Está claro que si el último atentado
acontecido el día 17 en Barcelona se desencadenó por el fallo de la
explosión accidental de un conjunto de bombonas de butano, en el que
se venían preparando los presuntos terroristas desde hacía seis
meses; algo como destruir el complejo del WTC no pudo ser
improvisado, sino concienzudamente organizado, sobre todo, cuando el
informe presentado por el instituto nacional de ciencia y tecnología
de USA – NIST – que presentaba las conclusiones sobre el colapso
de la torre 7 del WTC con la que no choco ningún avión, se
opusieron más de 1000 ingenieros y arquitectos estadounidenses
(vídeo
aquí), porque esas conclusiones no cuadraban con los
hechos.
El plan (digo yo, no los ingenieros y
arquitectos), comenzó el 11 de septiembre de 2001 con el abatimiento
de las torres, que según arquitectos e ingenieros por la verdad (el
sitio) el colapso de las torres no pudo ser consecuencia
del choque, sino que presentaba las características de una
demolición controlada, aprovechando la colisión de los aviones, y
si fue así, tuvo que haber una preparación laboriosa y precisa
hecha por técnicos experimentados y libres de toda sospecha, porque
era la señal para llevar a cabo los planes que el nuevo siglo
americano – PNAC
– necesitaba para retomar el control de los acontecimientos.
Dar relevancia al proyecto necesitaba continuar
la nueva hornada de la moderna stay behind, y
siguieron Madrid 11 de marzo de 2004, Londres 7 de julio de 2005, las
primaveras árabes, por cierto, una magnifica oportunidad perdida
para que desde Europa, la izquierda perpleja y seducida
hubiese establecido lazos solidarios con los ciudadanos de Túnez y
Egipto convocando manifestaciones de apoyo a esos ciudadanos, tan
hartos de crimen y corrupción como los europeos, aunque aún
estamos a tiempo de llevar la solidaridad combativa a los luchadores
de las tierras marroquíes del Rif, y siguieron el asesinato de
Gadafi, la guerra de Siria, un filón para organizar del negocio de
los refugiados, Ucrania, con la señora Victoría que
se joda la UE Nuland, y ahora Corea del Norte y el
chantaje nuclear.
¿España 9/11?
Los planes que maquinaban los terroristas
abatidos apuntaban contra la monumental catedral de la Sagrada
Familia, la de Gaudí – no la otra –, y da que pensar porque cada
vez que hay un atentado en el mundo pienso que un maestro en el juego
de estrategia moviendo peones, planifica el próximo movimiento
mientras los perros amaestrados ladran, Islam, comunismo, cruzados, y
sigo pensando que el sur de Europa se estaría percibiendo como
una terrible amenaza que el jugador atrincherado en la
comodidad de algún despacho de esa estructura que es el complejo de
fabricantes de guerra y crimen, queriendo ser más listo, más
imprescindible, viera, intuyera una peligrosa confluencia de
vectores imaginando una especie de alianza entre España,
Podemos-PSOE, Francia, la Francia insumisa de Mélenchon, el Reino
Unido con Corvyn agrupando al laborismo dolorido, y creyera
que puede detener la marcha del progreso al alcance de un detonador
poniendo el fin de la historia, porque, cada vez que miran hacia
fuera, dentro, en los mismos Estados Unidos, los trabajadores,
blancos y negros están cada vez más hartos de ser manipulados,
explotados y escarnecidos. No habrá mejoras para unos sino hay
mejoras para todos, y si no es así, perderemos todos. No caigamos en
su juego sucio y truculento; reclamemos el socialismo, para ser
ciudadanos libres.
jmrmesas
veintiuno de agosto de dos mil diecisiete
____
¹
D-D(m)-D,
que yo sepa, no es de Marx. Me he permitido esta modificación para
dar continuidad a mi idea
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