EL
FASCISMO EN EUROPA:
DE LA
MANO DEL
DEPARTAMENTO
DE ESTADO USA
Lo
que haya de suceder en el mundo en el presente siglo xxi dependerá
sin lugar a dudas de lo que suceda en Europa en nuestros días, y eso
es algo que el capital financiero internacional sabe perfectamente,
como sabe igualmente que el estado presente de la situación actual
es insostenible por más tiempo, y en la oleada de cambios que se
perfilan, unos, buscados, otros, ineluctables y algún otro,
imprevisto, el capital financiero, acostumbrado a la especulación
económica, igualmente, especula intelectualmente sobre el futuro
contemplando las opciones a la luz de las fuerzas
productivas-destructivas que ellos manejan, porque son ellos los que
financian la ciencia y la tecnología que las producen, y en estas
conjeturaciones, y dado el cariz que han ido tomando los
acontecimientos desde el estallido de la crisis de 2007/2008, han
visto la posibilidad de terciar en el desarrollo de la situación, en
el lugar idóneo, en el corazón de Europa, a través del más
adelantado de todos, el complejo militar-industrial
euro-estadounidense.
Desde
la presentación en sociedad de la quiebra bancaria, conocida
tiempo ha, pero mantenida en la recámara hasta el último
minuto, pues no hay que olvidar, aunque no lo parezca, que las
relaciones entre los socios, todos ellos, avezados depredadores, por
muy cordiales que puedan parecer, no dejan de ser relaciones de
poder, competición de puños de hierro revestidos con guantes de
seda, que la situación debía madurar para que la intervención,
pudiese arrojar resultados digeribles, y esta ha sido la apuesta
ucraniana.
El
capital financiero internacional, sólidamente estructurado en ese
núcleo de 147 empresas transnacionales sabía que el liderazgo de
EEUU estaba cuestionado; que su hegemonía industrial y económica
era discutida por la propia dinámica de los hechos, y que el dólar
había dejado de ser referencia obligada y que más pronto que tarde
era inevitable un nuevo reparto de tareas y que, aunque EEUU pudiese
seguir encabezando el grupo, sus decisiones habrían de discutirse
cuando menos, por lo tanto, se hacía necesario pergeñar alguna
estrategia con la que colocar peones en el lugar del tablero más
decisivo: Europa. Esta ha sido la jugada Euromaidan; la apuesta por
intervenir en Europa, a partir de Ucrania, no deja de tener sus
riesgos, pero aparenta una cierta inofensividad para el resto de
europeos.
Toda
la literatura antifascista producida desde el nacimiento del
fascismo, desde el final de la Gran Guerra de 1914, interesadamente
olvidada por la socialdemocracia, desde entonces, mozo de espadas de
las respectivas burguesías nacionales, y estúpidamente ignorada,
por la izquierda parlamentaria, nos habla del fascismo como
instrumento característico e imprescindible del capital financiero,
y de la mano del Departamento de Estado de EEUU, este, el fascismo,
ha vuelto para hacer su presentación en Europa, por la puerta
ucraniana de la mano cómplice de una funcionaria de esa institución
-Victoria(que
se joda la UE) Nuland-, y no es casual que se haya hecho
todo el esfuerzo de acabar con un gobierno legal, repetido por
enésima vez, corrupto, y por tanto, homologable, con otros
gobiernos, por ejemplo, España, sin que las semejanzas sirvan, más
que para que toda la palabrería sobre la legalidad constitucional se
haya ido por el desagüe, dejando con las vergüenzas al descubierto
a EEUU, la UE y toda la caterva de medios empeñados en tergiversar
los hechos.
El
capital financiero internacional sabe que lo que haya de suceder en
el presente siglo se ha de ventilar en Europa; no en China, no en
Rusia, sino en ese núcleo de países como Francia, Italia, Alemania,
España, Holanda, Bélgica, Reino Unido, Irlanda, Portugal,
Finlandia, Suecia, Suiza, etcétera, sin olvidarnos de GRECIA, cuna
de la civilización moderna y ensayo a exportar al resto, de ahí la
importancia con la que el capital financiero ha terciado, está
terciando en Europa desde el comienzo de la crisis, a través del
ataque al euro primero, con las agencias de calificación; casi sin
solución de continuidad con los recortes -semejante al asedio a una
fortaleza-, y ahora, con la puesta en escena del fascismo, en un
lugar, aparentemente, sin relación: Ucrania, pero que es clave para
saltar hacia el norte y bajar hacia el sur. Toda la ofensiva que se
desarrolla en Ucrania está premeditada; la misma matanza realizada
en la Casa de los Sindicatos, en Odesa fue diseñada para producir
una encerrona y masacrar a un número elevado de antimaidanistas,
implicándose, financieramente, claro está, los notables oligarcas
-investigaciones comprometidas señalan a un presunto financiador de
la operación, Kolomeiski,
entre la cúpula con sede en Kiev-, y esto habría de tomarse muy en
serio por la izquierda mundial, porque afectará a la ciudadanía de
todos los países, porque las fuerzas productivas-destructivas, son
globales, y las materias primas, se las disputan esas 147
transnacionales, en todo el globo, por eso, al hacer coincidir las
elecciones para elegir gobierno en Ucrania, con las elecciones al
parlamento europeo, es una manera de ningunear las elecciones de la
UE, poniendo en valor el asalto nazi al gobierno legitimo de
Yanukovich -digámoslo nuevamente, corrupto y homologable con otros-,
y bobaliconamente, la izquierda no ha tomado nota de la amenaza que
se cierne sobre todo el continente europeo, en principio, pero, de
tener éxito, las consecuencias serán mundiales, primero, porque el
sistema económico financiero esta, socialmente, acabado; segundo,
porque el auge, el empuje de las fuerzas productivas-destructivas
auspiciados por la ciencia y la tecnología, pone cada vez más,
fuera del mercado a la fuerza de trabajo, y esto, cuestiona,
radicalmente, el modelo de sociedad, el modelo de convivencia, las
mismas bases del sistema, y eso, lo sabe el capital financiero
euro-estadounidense, lo saben los oligarcas que robaron a los pueblos
de Europa del este, lo sabe hasta Fernandez Toxo, que admite sin
complejos que la izquierda no tiene política para Europa, y sin
embargo, en estas próximas elecciones, ni un solo miting, ni un solo
debate ha presentado, descarnadamente los datos.
Ciudadanas
y ciudadanos del mundo, si el fascismo ha hecho acto de presencia y
no solo no cesa, sino que no ceja de incrementar su actuación, hemos
de temer una confabulación gubernamental, tolerando y permitiendo
sus desmanes para imponer silencio a la ciudadanía, porque el
silencio cómplice de la UE, de los medios y del establisment, en
ignorar las atrocidades del fascismo en Ucrania, potenciadas y
dirigidas por Washington y su brazo militar -OTAN-, significará un
brutal encarecimiento de las condiciones de vida y trabajo, tras las
elecciones, porque los hechos son testarudos, y en las condiciones
actuales, con un modo de producción en manos de una todopoderosa
minoría, las condiciones de vida para la ciudanía, no harán sino
empeorar porque los problemas fundamentales requieren modificar las
condiciones del sistema, y de eso, no se ha hablado en ninguna parte,
por eso, una medida, a nuestro alcance es cerrar el paso al fascismo,
en estas elecciones, privándoles, de la posibilidad de tener
representación en Europa. Es necesario votar izquierda, es necesario
votar a la izquierda comprometida y consecuente. Por mi parte votaré
Izquierda Unida, porque, pese a todo, significa la opción más
organizada y con los más comprometidos.
jmrmesas
veintitrés
de mayo de dos mil catorce
No hay comentarios:
Publicar un comentario