sábado, 15 de marzo de 2014

LA SUCURSALIZACIÓN DE EUROPA






LA SUCURSAL EN PRIMERA LINEA

PISOTEANDO LAS BASES DE LA DEMOCRACIA

Cuando la URSS se desmoronó no fue por el cerco que el capital financiero impuso al Estado soviético, aunque las dificultades causadas no dejaron de ser un obstáculo muy agobiante, sino que ese obstáculo se unió a una situación interna que era ya insostenible porque todas las contradicciones internas de la sociedad soviética eran inaplazables y habían terminado por romper el aislamiento con el que la burocracia se había protegido al querer escudarse tras el partido, como si el partido -PCUS- fuese un blindaje que les mantuviera a cubierto mientras los burócratas iniciaban la oligarquización de sus patrimonios personales, sin comprender que dentro del partido había una mezcla efervescente que reproducía a la propia sociedad entre elementos honestos y elementos descontentos porque el proceso de oligarquización no podía dar para todos, y eso fue lo que destapó Gorvachov con la perestroika.

La sociedad rusa, en gran parte está de acuerdo con los principios por los combatieron sus mayores en la revolución de 1917, aunque son críticos porque no se respetaron aquellos, y si cuando la efervescencia destapada por la perestroika hubiese sido capitaneada por una fracción en el partido y esta hubiese luchado por los principios que constituyeron la sociedad soviética, las cosas hubiesen sido muy diferentes, en principio porque los burócratas enriquecidos se hubiesen quedado sin base en donde apoyarse, pero las libertades políticas recién adquiridas solo sirvió para que esos burocratas gestionasen sus patrimonios personales a la vista de todos, degenerando en un proceso de divisiones territoriales y administrativas, en la que cada fracción nacional del PCUS se hizo fuerte en su territorio, porque la burocracia, con una práctica en la administración y una consciencia sobre los intereses robados a la sociedad soviética, canalizó las contradicciones sociales hacia el nacionalismo, mientras que la sociedad carecía de información y organizaciones para defender las conquistas sociales.

Estos procesos fueron percibidos por el capitalismo como un potencial disolvente que podría contribuir a terminar por fragmentar a la recién formada Comunidad de Estados Independientes. Fueron el origen del diseño de los planes de la burguesía del complejo militar-industrial para dividir Rusia en tres Estados, según Zbigniew Brzezinski, y de este modo, asegurar que Estados Unidos quedaría como única superpotencia, garante del Superimperialismo, de la conjunción de empresas euro-estadounidense, pero los procesos de cambios que tenían lugar en los países de la Europa del este y Rusia, también empezaban a agitar las consciencias en el resto del mundo porque estamos inmersos en momento en el que todas las estructuras que hacen funcionar al mundo necesitan ser reinventadas a tenor del explosivo crecimiento de las fuerzas productivas, cuando los avances, descubrimientos y nuevas adquisiciones tecnológicas no se cuentan en meses, sino en semanas, y a veces, en días, porque estos avances tienen su traducción en la economía, y mientras los economistas lo traducen en balances contables, la realidad socio política traduce estos avances y adquisiciones en relaciones de producción que tienen su correspondencia en relaciones de dominio, relaciones de la clase dominante sobre el resto de la sociedad y que se expresan en esa concentración de poder y riqueza que informes como el de la universidad de Zurich o instituciones como OXFAN, se encargan de mostrarlos de forma incontestables y ante los cuales, las organizaciones de izquierdas como los sindicatos, los partidos y los intelectuales apesebrados, se esfuerzan en ignorar creyendo, que al ignorarlos detienen su inexorable poder de socavar los cimientos sobre los que se asienta la sociedad actual, rigiéndose por normas y prácticas que perdieron su utilidad hace muchos, muchos años, pero que siguen siendo útiles, solo a una minoría, cada vez, más y más privilegiada.

Cuando los avances científicos y tecnológicos toman esta aceleración tienen su influencia en los acontecimientos sociales y políticos, y así, mientras Marx, en todos sus escritos alude, casi de continuo a las fuerzas productivas, hoy, cuando esos avances nos muestran, como cosa habitual la producción de medios de producción, en el que la mano de obra es cada vez menor y más y más cualificada, ni los intelectuales ni los economistas ni los políticos se esfuerzan en hacer pedagogía para la sociedad demostrando, o cuando menos, intentando demostrar cómo va a afectar a las condiciones de vida de las personas, los avances científicos y la incorporación de la tecnología a la producción, pero esta claro que, en las condiciones actuales, esos avances tienen un coste negativo para la población porque esos avances se traducen en unas condiciones sociopolíticas que generan un crecimiento de la violencia institucional, porque es imposible que las élites sean cada vez más ricas y poderosas sin incrementar la presión de las instituciones sobre los ciudadanos, porque las empresas, los banqueros, lo que eufemísticamente se ha dado en denominar, los mercados, para quitar hierro a las palabras cargadas de contenido ideológico -burguesía, proletariado, capitalismo, obreros, lucha, poder, etc.,- fácilmente identificables y ante las que el sujeto se identifica de inmediato en un determinado lugar, los ideólogos de capitalismo las han sustituido, y a continuación, la izquierda las ha copiado para no perder la sintonía, pero los acontecimientos demuestran sin la menor duda los lineamientos sociales y políticos de los enfrentamientos, y así, en la situación abierta en Ucrania, una parte de los activistas, los más dispuestos, se identifican con el fascismo, nuevo, aludiendo a las simpatías por los fascistas griegos de Aurora Dorada, y otros, por el nazismo hitlerista, aunque corregido y depurado, a decir de uno de los nuevos ministros del nuevo gobierno ucraniano, por eso decía que las instituciones democráticas, están cada vez más alejadas de los ciudadanos e incrementan la presión sobre la mayoría, que es la más débil, porque va en ello el dominio de las élites de la burguesía del capital financiero.

Ese coste negativo que tiene para la población, los avances científicos y las adquisiciones tecnológicas es lo que dispara las contradicciones sociales, generando tensión, porque son percibidas como extrema desigualdad e injusticia entre el crecimiento de poder y riqueza de las élites y la cotidianidad angustiosa de la vida de las personas corrientes, que en medio de tan notables avances científicos, a veces, un padre, un ser querido muere porque, para él, esos avances no llegaron porque no tenía dinero para la operación, el trasplante, el tratamiento, y esto, en nuestros días, es extensible al conjunto de las sociedades avanzadas, en unas más que en otras, pero, a fin de cuentas, en todas las sociedades, estos casos, se producen.

En esta situación estamos, cuando el anodino día a día, se ha disparado con un estado fallido, en una somalia en el corazón de Europa, ¿Y por qué?

Casi veinticinco años después del hundimiento de la URSS, el sistema, que tiene sus normas, se encuentra constreñido porque una de esas normas, y no menor, esta a punto de colapsar. Este colapso estaría relacionado a la circulación de mercancías, y para que estas circulen, el lubricante necesario es un sistema monetario fiable, y este es cuestionado por los socios de Estados Unidos, porque el dólar, que es la moneda de referencia, en el comercio mundial carece del respaldo necesario para seguir ostentando esta función, primero, porque dejó de ser el primer país cuya potencia industrial, era indiscutible, ese lugar lo ha ocupado un competidor, cuyos orígenes sociales son muy poco fiables, a ojos del superimperialismo, como es China; segundo, porque su enorme deuda, unida al conjunto de naciones deudoras, convierte al mercado internacional en un compromiso, cada vez más cuestionable; al estar todos los países tan endeudados, el consumo de los países, ha caído velozmente; tercero, la propia estabilidad de la moneda ha sido cuestionada desde varios frentes, por el euro, digamos, sin ánimo de hacer sangre, pero la realidad es que el dólar lo experimentó como amenazante porque algún país exportador de petróleo amagó con hacer del euro, la valoración de sus exportaciones; cuarto, porque desde sus entrañas, las monedas virtuales tienen un papel, cada vez más amplio, dentro y fuera de Estados Unidos; quinto, porque China demanda que su moneda sea otra de las monedas convertibles; sexto, porque Rusia, en vez de monedas convertible ha diversificado sus reservas adquiriendo oro, y todo esto, ha inquietado profundamente a los republicanos que empujan a Obama a una política aventurera, porque lo que Estados Unidos no puede tolerar es que una nueva quiebra financiera vuelva a dejar al dólar sin posibilidad de responder, y eso es precisamente lo que estamos experimentando: la agonía del sistema monetario internacional, simbolizado por el dólar, y esta posibilidad hace retumbar los tambores de guerra.

Esta es la situación que ha hecho que Estados Unidos pise a fondo el acelerador calentando la olla de Ucrania y Venezuela, porque el sistema no tiene respuesta para las contradicciones desatadas por el crecimiento de las fuerzas productivas, que ha dejado obsoleto las instituciones y los acuerdos que nos han traído al siglo xxi, aun cuando haya tenido que pisotear su sionismo proisraelí, apoyando a los nazis ucranianos, la cacareada independencia de las naciones, metiéndose de lleno en Ucrania, impartiendo consignas y alentando a derribar un gobierno, legalmente constituido, por muy desagradable que nos pudiera parecer.

Estados Unidos ha violado las elementales normas internacionales, sin ningún recato, haciéndolo en el corazón de Europa, escenario de dos guerras mundiales, porque sabe que cualquier respuesta al sistema, saldrá de aquí, del continente que alumbró el capitalismo y que tiene que enterrarlo, por eso, la violación de esas normas internacionales de la diplomacia, ha sido percibida por Die linke como algo inaceptable, y aunque llame al dialogo de las partes, su percepción no deja de ser de peligro que es necesario atajar.

De igual modo, la izquierda, en Francia, capta el peligro, aunque su ministro de exteriores, Laurent Fabius, como tradicionalmente corresponde a la socialdemocracia, contemporiza con el fascismo ucraniano considerando que ese partido -Svoboda, Pravi Sektor- está algo más a la derecha que otros partidos, cuando es la reencarnación del nazismo hitlerista, por eso, la izquierda de Europa no puede permanecer impasible, porque cada silencio, cada inacción es un paso que se avanza hacia la confrontación militar del conflicto; que Estados Unidos tire de sus reservas estratégicas de petróleo y Rusia haga maniobras militares en el Ártico, se pinte con los tonos más suaves que se quiera, son señales inequívocas de la imposibilidad de dar marcha atrás y evitarlo significa que las organizaciones sanas de la izquierda del mundo, pero sobre todo, la izquierda sana de Europa, que aún se puede sacudir el bozal que los mercados quieren que muerda, significa movilizar a los trabajadores, a la sociedad, reivindicando contra los recortes y denunciando la política vendida de la Unión Europea, en la que sus representantes -Ashton, Steinmeier- no tienen ningún pudor en alentar el fascismo, porque ellos son los reales representantes del capital financiero mundial, aunque se pongan los ropajes de demócratas. Significa denunciar como yats, Arseni Yatseniuk va a sacar las reservas de oro del Banco Nacional de Ucrania para guardarlas en la Reserva Federal de Estados Unidos, es decir, los fascistas ucranianos van a convertir a Ucrania en una colonia bananera, y todo esto hecho, sin el respaldo de los ciudadanos europeos, que no comparten los criterios de sus gobiernos respectivos, pero aún más, sin el respaldo de los ciudadanos de Estados Unidos, que tampoco respaldan la política pentagoniana de Obama, por eso, la movilización de la ciudadanía europea tiene que estar en el centro de la actividad política de la izquierda sana de Europa y del mundo, porque los juegos de guerra los pagaremos muy caro.

jmrmesas


quince de marzo de dos mil catorce  





No hay comentarios:

Publicar un comentario