lunes, 14 de enero de 2013

¿QUE PASARIA... ...?



¿QUE PASARIA SI … …?

SUPUESTOS Y PROYECCIONES



Aunque Estados Unidos seguirá siendo la potencia hegemónica durante algún tiempo, todavía, este nuevo siglo no será el siglo americano porque los problemas internos que la burguesía del complejo militar industrial, tiene, la obliga a mirar hacia adentro, y no, de un modo introspectivo, sino que esa mirada al interior está dirigida a controlar a su propia población, que harta de ser vapuleada, a cambio de nada, empieza a exigir mayor atención, por eso, la atención que el complejo militar industrial dedica a controlar a sus ciudadanos, es percibido por las otras burguesías, sus aliados en Europa y Asia, que hacen sus cábalas y encargan estudios prospectivos basándose en la pérdida de liderazgo de la burguesía más importante y cohesionada. No es mi intención discutir esas proyecciones de futurología política, porque, como cualquiera que las analizara, podría darse cuenta del sesgo, y prefiero adentrarme en mis propias ensoñaciones, igualmente, muy particulares, pero dado que otras mejores no encuentro, me atreveré a suponer como podría variar el panorama si se tomaran decisiones, que podrían ser calificadas de irreales.



La pérdida de utilidad social del sistema, que he mencionado en otros apuntes, me lleva a figuraciones consistentes en suponer que ante la carencia de propuestas alternativas que contengan modelos de sociedad, que la ciudadanía pueda visualizar y valorar, estabilizan, o mejor, hacen que la situación política actual se eternice en un lento ten con ten de podredumbre social y político, lleno de calamidades y sufrimientos que minan y deprimen las expectativas de salir del atolladero, porque esa falta de perspectivas futura está dominada por una visión congelada del lento día a día, donde las novedades no aparecen por ningún lugar, y los políticos prometen una recuperacióna un plazolo suficientemente cortopero aún por venir, como para que la indignación y la perplejidad se combinen en dosis narcotizantes capaces de enfriar los ánimos, para que la exaltación de los más decididos no se contagie a la masa crítica.

El sistema, conteniendo todos los ingredientes que combinan una descomposición social que afecta a todas las capas sociales, a todos los niveles, y en todos los países, aunque no en todos con la misma intensidad, se presta a aventuras y golpes de mano -como la provocación, en Atenas, disparando al despacho del jefe del gobierno, Samaras (no me extrañaría que el atentado hubiese estado movido por la mano oculta de la extrema derecha)- intentando endurecer las condiciones para aplicar legislaciones restrictivas para imposibilitar la movilización de la ciudadanía, ante el empobrecimiento galopante, pero esta situación indicaría que dentro del sistema se habría empezado a gestar el embrión de una nueva sociedad, y que la envuelta, el cascarón que protege al sistema habríase agrietado en diversos lugares, porque desde Europa a Estados Unidos, los gobiernos se sienten incapaces de tomar decisiones que incomoden a los poderosos que, de hecho, tienen el control del mundo.

Es cuando una dirección, con visión de futuro, y tras meditar y anudar todos los compromisos posibles, tanto estatal como internacionalmente, decidiría aplicar presión a ambos lados de una de la múltiples grietas para permitir, que las fuerzas internas, contenidas en el cascarón del sistema empezaran a liberarse, y esto hecho no tanto con el objetivo de ganar votos, electoralmente, como de romper la situación actual que permitiera un alumbramiento de futuro, porque se entendería que una vez roto el cascarón se abrirían posibilidades inéditas.

La manera de romper esta situación habría de ser presentando un cuadro de reivindicaciones comunes, que el mismo enunciado de las mismas supusiera una ruptura sin vuelta atrás.    Tales reivindicaciones habrían de ser expuestas por el líder o líderes principales de aquellos partidos u organizaciones de una alianza o bloque político y social que explicarían el contenido, en el parlamento, pero no solo, sino que en calles y plazas, los mismos líderes explicarían dicho contenido, con lo que la ciudadanía, la población apreciaría la voluntad de cambiar: imagínense a tales dirigentes exponiendo por qué no hay que pagar las deudas soberanas, por qué las finanzas deben ser reguladas, por qué la Unión Europea es un invento para facilitarles a los mercados, al capital financiero internacional, el mangoneo de la CASA COMUN EUROPA, por qué se está en desacuerdo con ese concepto vertido por Jean-Claude Juncker, cuando dice "La dimensión social de la Unión Europea (UE) es el hijo bastardo de la unión económica y monetaria pero hay que mantenerla (...) y hablar de ella en términos concretos, no abstractos", porque es la evidencia misma de que la Unión Europea, no fue pensada para los ciudadanos, sino que estos fueron utilizados para dar un mínimo barniz de respetabilidad al invento  de los burgueses, siendo al mismo tiempo una bofetada a los sindicatos que nunca se atrevieron a plantear un salario mínimo común para los trabajadores europeos.

Probablemente el enunciado dispararía una tormenta especulativa de los mercados, propiciando todo tipo de maniobras financieras para tratar de aplastar una iniciativa ciudadana, pero si los líderes del supuesto bloque político y social se mantuvieran firmes y convencido de la bondad y acierto de sus propuestas, llamando a los trabajadores y ciudadanos europeos a defender y apoyar tales reivindicaciones, las grietas del cascarón se agrandarían por doquier.  Habría que explicar por qué es necesario coordinar las economías europeas, en vez de competir unas contra otras, en una competencia suicida, únicamente favorable al capital financiero internacional.  Habría que reivindicar que el modo de producción de mercancías produjese para satisfacer a la ciudadanía mundial y no para satisfacer al mercado mundial, es decir, a un puñado de especuladores.  Habría que explicar que ese modo de producción se ha perfeccionado con las aportaciones del conjunto de la comunidad internacional y que ha llegado el momento de que la sociedad insumisa lo reclame para el conjunto humano.  Habría que fijar fechas y metas próximas, así como métodos de control popular para que la ciudadanía comprobara si se avanza o si se retrocede, y en ambos casos por qué se ha avanzado o retrocedido.  Habría que llamar a los trabajadores del mundo a tomar ejemplo porque ya está bien de agitar con el fantasma del miedo al semejante, aunque sea negro, amarillo o rojo. 

Esto significaría romper una baraja marcada, un entramado legal podrido y corrupto y una situación delineada por ese superimperialismo escurridizo, que salta de cumbre en cumbre de thinktank en thinktank, porque ya lo dijo un presidente de Estados Unidos D. Eisenhower, un grupo de industriales y financieros que se coordinan llegarían a tener más poder que el mismo Estado, y hoy, ese grupo de financieros e industriales tiene el control de los mandos del mundo y esa política no se ha improvisado sino que obedece a una política concreta, anular, minimizar a la ciudadanía mundial, porque ellos la ven como su mayor peligro.

Soy consciente de que esto es una suposición descabellada, pero, estimados amigos que me distinguen con su amable atención, ¿Seguro de que es tan descabellada?, cualquier aventura bélica será más y más destructiva y descabellada, pero eso sí, la iniciativa seguirá estando en manos de los mercados, y estos seguirán teniendo las manos libres para privatizar la sanidad, quedarse con las empresas y negocios que privatizan, ocultando las finanzas, manipulando intereses, empobreciendo vidas y pueblos.

Bien podrían los líderes sociales en estudiar la posibilidad de un supuesto apróximado, porque, el fascismos en Grecia está moviendo todos los peones, y si el fascismo se extiende en Europa, eso podría ser el comienzo de otra guerra.

jmrmesas

catorce de enero de dos mil trece

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